Lo que hemos presentado es que en el año ‘85, la situación del control del tabaquismo en Perú era tímida, solo había unos letreritos que decían que fumar puede ser dañino para la salud, unos letreros que salían en los cinemas, antes de empezar la película que decían, si alguien fuma se cortará la película, que era en el momento en que todos los jóvenes se empezaban a prender sus cigarrillos, y había así algo bueno que era un impuesto al cigarrillo rubio del 7%, que servía para la construcción y equipamiento del instituto de enfermedades neoplásicas, y de las filiales que se necesitaban al nivel del Perú, una evaluación hecha en el momento en los colegios, nos dio unas cifras aterradoras, del 97% de los escolares, decían que fumar era un hábito de adultos, que era un práctica normal, y que era un hábito social, solo un tres por ciento, reconocía el tabaco como un agente dañino para la salud.
Eso nos llevó claramente a entrar en un proceso de educación pública con el apoyo de los medios, con la generación de ideas que llamaran la atención. La organización de días nacionales de no fumar, con esto movilizamos la sociedad civil, particularmente los jóvenes, a los que íbamos directamente a decirles que, su concepto de que solamente los nerds eran los que no fumaban, era un concepto equivocado. Hicimos conciertos de rock en el estadio nacional, hicimos bicicletadas, hicimos una siembra de 2.000 árboles en 30 segundos, que fue un record Guinness, en una zona donde había fumones les dijimos nosotros y lo convertimos en un parque lindo, que sigue hasta ahora .
En fin, actividades que hacían que la prensa se interesara en el tema, y logramos que prácticamente todos los meses subiera algún artículo sobre el tema del tabaquismo, paralelamente hicimos mucha abogacía por la consecución de leyes, y en el tiempo hemos logrado que los espacios públicos sean libres de tabaco, que los colegios sean obviamente libres de tabaco, que se prohíba la publicidad a 500 metros alrededor de los colegios, está prohibida la publicidad en radio y la televisión, está prohibida la venta a menores, está prohibida toda la publicidad del tabaco. Y estamos ahora a la búsqueda de ver si podemos incrementar en algo el precio del cigarrillo, pero tenemos que hacerlo moderadamente porque ya tuvimos una experiencia de aumentar mucho el precio del cigarrillo, y nos llenamos de contrabando.
Entonces como esto tiene que ser concertado a nivel de los países de frontera, no es fácil, pero pequeños aumentos hacen que la gente deje de fumar, y eso es un poco lo que hemos presentado, las dificultades para llegar a ellos, la amenaza, porque es una lucha de David contra Goliat, una amenaza permanente e insistente de las tabacaleras, buscando que la inconstitucionalidad de las leyes que logramos aprobar, pero seguimos ganando, y el mensaje final fue que, si bien no tenemos un presupuesto para trabajar a través de esta comisión nacional de lucha contra el tabaco, que es parte de la coalición multisectorial Perú contra el cáncer, tenemos lo más importante que es el factor humano, tenemos un ejército de gente comprometida, con el tema del control del tabaquismo, y tenemos la benevolencia de la población, pues 25 años después de haber empezado estas campañas del control del tabaquismo, la gente ya sabe que fumar es de dañino para la salud.
El impacto fue relativamente rápido, me sorprendió que en los cinco años de haber empezado esta educación escolar, el 97% de los niños ya decía que, o era malo o parecía malo, y cinco años después el 97% decía que el fumar mata y es totalmente, lo malo es que siguen fumando porque creen que enfermarse y morir es cosa de adultos, cosa de viejos, pero por lo menos ya tienen en el chip que esto hace daño.