Hay evidencias de que la posición en la que se coloca a una mujer durante una IRM prequirúrgica de los senos podría influir, para bien o para mal, sobre la precisión del escáner.
El pequeño estudio, de radiólogos del Hospital Brigham and Women's, en Boston, sugieren que las IRM tomadas antes de una cirugía para el cáncer de mama podrían proveer datos incorrectos si se coloca a la paciente boca abajo durante el escáner.
En contraste, "una IRM supina [de espalda] antes de la cirugía podría ofrecer a los cirujanos información más detallada y precisa, y podría conducir a una extirpación efectiva del tumor", comentó en un comunicado de prensa del hospital la Dra. Eva Gombos, investigadora líder y radióloga.
Es común que se realice una IRM del seno antes de que las pacientes de cáncer de mama se sometan a una lumpectomía que conserva el seno, para ayudar al cirujano a ver el tamaño, forma y ubicación del tumor.
"El beneficio real de una IRM de los senos en una paciente con cáncer de mama es la planificación prequirúrgica, para determinar si hay un cáncer adicional en el mismo seno o en el otro antes de la cirugía", explicó la Dra. Kristin Byrne, radióloga del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York, que revisó los hallazgos del estudio.
Pero muchas de esas IRM se realizan mientras la paciente está boca abajo.
Esto tiene un motivo, dijo Byrne. "Cuando la paciente está de espalda, los senos tienden a caer hacia los lados en ángulos distintos, y pueden tener un aspecto diferente cada vez que se saca una imagen, conduciendo a una interpretación errónea", explicó.
Pero los investigadores de Boston notaron que la cirugía se realiza con la paciente en la postura contraria a la dirección boca abajo en que recibió el escáner.
En el estudio, Gombos y sus colaboradores observaron a 12 pacientes de cáncer de mama que se sometieron a una lumpectomía. Al final, seis de ellas se sometieron a IRM de los senos tanto antes como después de la cirugía.
En general, la postura boca abajo (prona) durante una IRM resultó en una deformidad significativa (del escáner) de ambos senos y de la posición del tumor dentro del seno, según el estudio, que aparece en la edición del 22 de junio de la revista Radiology.
Hubo "cambios en el tamaño y la forma provocados por el desplazamiento y la deformación del tumor entre las imágenes estándar en la posición prona y la posición quirúrgica supina", reportó Gombos.
El autor principal del estudio, el Dr. Mehra Golshan, sugirió que realizar la IRM en ambas posiciones, tanto boca abajo como de espalda, "podría ayudar a detectar el tumor remanente y a asegurar unos márgenes claros para prevenir una segunda operación". Golshan, presidente de oncología quirúrgica del hospital, anotó que "entre las mujeres que se someten a una cirugía para conservar el seno, del 15 al 40 por ciento necesitan una segunda operación para extirpar el tumor remanente".
Gombos enfatizó que el estudio es pequeño y debe ser "validado en estudios futuros de gran tamaño".
Por su parte, Byrne dijo que simplemente hay demasiadas preguntas sin respuesta en el estudio para sacar alguna conclusión firme.
"Las IRM de los senos se realzan con la paciente boja abajo porque permite una consistencia en el posicionamiento, que es importante para las imágenes de seguimiento", aseguró.
"Solo se estudiaron seis pacientes, y una tuvo que volver a realizar una extirpación [del tumor]", añadió Byrne. "Así que no está probado de forma definitiva que la gestión quirúrgica o el resultado se vieran alterados en este estudio".
También anotó que pocos hospitales de EE. UU. ofrecen actualmente IRM para ayudar a las mujeres y a sus médicos a planificar la cirugía. Y el uso de esta tecnología tiene sus desventajas, dado que "el tiempo adicional necesario para el procedimiento pone a la paciente en un riesgo adicional de infección y en riesgos asociados con la anestesia", advirtió Byrne.
Fuente: Medline Plus