El riesgo de cambios precancerosos cayó 44 por ciento años después de la inmunización.
Niñas de apenas 14 años están recibiendo importantes beneficios a la salud a causa de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), la cual protege en contra del virus de transmisión sexual que causa cáncer cervical, reportó un nuevo estudio.
Los investigadores encontraron que las niñas canadienses que recibieron la vacuna alrededor de los 13 años experimentaron una "reducción grande y significativa" en los casos de displasia cervical, una lesión precancerosa anormal causada por el virus del papiloma humano, entre los 14 y los 17 años.
Además, las niñas presentaron menos casos de verrugas genitales, que también son causadas por el VPH.
"La displasia cervical y las verrugas genitales pueden suceder tan pronto como una niña comienza a ser sexualmente activa, más o menos", dijo la autora principal Leah Smith, becaria posdoctoral en el Centro de Servicios de Salud e Investigación Política de la Queen's University en Ontario, Canadá.
"Algunos padres han estado retrasando la vacunación de sus hijas hasta que son mayores, porque no creen que sean sexualmente activas", continuó Smith. "Estos resultados muestran que este grupo de edad es sexualmente activo y están en riesgo. En realidad es necesario aplicar la vacuna antes de que las niñas estén en riesgo".
La vacuna del VPH se recomienda tanto para niñas como para niños de 11 o 12 años. Las tasas de vacunación contra VPH han seguido rezagándose en los Estados Unidos, a pesar de que la vacuna ha estado disponible para las niñas desde 2006.
Actualmente, solo alrededor de la mitad de las mujeres han recibido una dosis de la vacuna, y solo un tercio ha recibido el tratamiento completo de tres dosis, dijo Debbie Saslow, directora de Cáncer de Mama y Ginecológico en la Sociedad Americana contra el Cáncer (American Cancer Society).
"Esto se trata de prevenir el cáncer", dijo Saslow. "Aquí tenemos por fin una vacuna que puede prevenir el cáncer, y los padres no están corriendo a proteger a sus hijos".
El cáncer cervical no se presenta sino hasta más adelante en la vida, pero los autores del estudio sospechan que algunas niñas están recibiendo de cualquier manera una importante protección de parte de la vacuna del VPH luego de algunos años de la inoculación, dijo Smith.
Para evaluar esos beneficios, los investigadores dieron seguimiento a la salud de más de 260,000 niñas. La mitad de ellas era elegible para un programa escolar que ofrecía la vacuna gratis a todas las niñas de octavo grado. La otra mitad estaba en el octavo grado antes del programa, el cual comenzó en 2007.
Los investigadores buscaron casos de displasia cervical y verrugas genitales en las niñas ya que estas tienden a ser las primeras señales de la infección por VPH, dijo Smith.
La displasia cervical "no es cáncer todavía, pero con el tiempo, si no se trata y se detiene, se corre el riesgo de que se convierta en cáncer más adelante en la vida de la niña", dijo la autora principal Linda Levesque, profesora asistente en el Centro de Servicios de Salud e Investigación Política de la Queen's University.
Más de 2,400 casos de displasia se presentaron en estas niñas entre el décimo y duodécimo grado. Sin embargo, el riesgo de displasia cervical se redujo el 44 por ciento en las niñas que recibieron la vacuna, reportó el estudio.
"Esto quiere decir básicamente que por cada 175 niñas que recibieron la vacuna para el VPH, se presentó un caso menos de displasia cervical", dijo Smith. "Un caso fue prevenido".
Los investigadores también encontraron que las niñas elegibles para la vacunación del VPH terminaron con menos casos de verrugas genitales, aunque el descubrimiento no fue estadísticamente significativo.
"No creo que nos haya sorprendido que la vacuna funcione", dijo Levesque. "Lo que me sorprendió fue la magnitud de los beneficios en un grupo de edad tan joven. Esperaba ver algunas reducciones. No pensaba que fueran tan grandes y de tanta importancia".
Las niñas pueden recibir la vacuna desde los 9 años, pero los funcionarios de salud de los Estados Unidos recomiendan que se aplique a los 11 o 12 años, al mismo tiempo que otras vacunas importantes para los adolescentes como tétanos, difteria, tos ferina y meningitis, dijo Saslow.
El estudio involucró la primera vacuna del VPH disponible en el mercado de Estados Unidos y Canadá, Gardasil 4, la cual protege en contra de cuatro cepas del virus del papiloma humano. Desde entonces, otras dos vacunas, Cervarix, que protege en contra de dos cepas, y Gardasil 9, una nueva versión de Gardasil que protege en contra de nueve cepas, han sido aprobadas en los Estados Unidos.
Tanto las niñas como los niños recibieron la vacuna del VPH en una serie de tres inyecciones en un lapso de seis meses.
Muchos padres y proveedores de atención médica se enfocan demasiado en el hecho de que la vacuna es para un virus de transmisión sexual, y no logran entender que esta es la primera vacuna que de hecho previene el cáncer, dijo Saslow.
Ella recomienda que los niños y niñas "reciban la vacuna a los 11 o 12 años porque es entonces cuándo se recomienda". Esperar más podría significar una respuesta inmunitaria menos potente en un adolescente, lo cual puede llevar a una protección menos efectiva en contra del cáncer cervical.
"Uno no sabe cuándo va a estar expuesto al sarampión. No sabe cuándo va a pisar un clavo oxidado y se expondrá al tétanos", dijo Saslow. "Con las vacunas, no esperas a que el riesgo sea más alto. Lo haces cuándo tu respuesta inmunitaria es más fuerte. No hagamos esto sobre el sexo. Se trata de prevenir el cáncer".
El estudio, publicado en línea el 27 de abril en la revista Pediatrics, fue el resultado de una colaboración entre investigadores de la Queen's University y la McGill University en Montreal.Fu
ente: Medline Plus