Pablo ÁLVAREZ La revista "Nature" se convierte, una vez más, en escaparate de lujo para investigadores del Principado. Un equipo científico internacional, del que ha formado parte el Instituto de Medicina Oncológica y Molecular de Asturias (IMOMA), ha logrado identificar nuevos genes implicados en el cáncer de páncreas, uno de los tipos de tumor más agresivos en el momento actual. En la investigación han sido empleados ratones modificados genéticamente que recapitulan fielmente la enfermedad.
El trabajo, publicado ayer en "Nature Genetics", demuestra, asimismo, que uno de estos genes, denominado "Foxp1", favorece la extensión de las células cancerosas en los ratones. En consonancia con este hallazgo, los investigadores han observado que la expresión de la proteína FOXP1 en tumores de páncreas humanos se correlaciona con la presencia de metástasis.
En el equipo han participado Juan Cadiñanos, del IMOMA, e Ignacio Varela, bioquímico formado en la Universidad de Oviedo y actualmente miembro del Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria. El trabajo ha sido coordinado por los investigadores Roland Rad y Lena Rad, de la Universidad Técnica de Munich, y dirigido por Allan Bradley, del Wellcome Trust Sanger Institute de Cambridge,
Según un comunicado difundido por el IMOMA, los ratones modificados genéticamente empleados en este trabajo contienen el transposón "piggyBac", un elemento genético "capaz de saltar de un lugar a otro del genoma, creando mutaciones activadoras o inactivadoras que favorecen el desarrollo de los tumores y que, además, pueden ser identificadas con facilidad, permitiendo conocer así qué genes han alterado".
La novedad tecnológica del trabajo radica -prosigue la citada nota- en que estos ratones "pueden ser configurados para desarrollar un tipo de cáncer específico, evitando que padezcan otros tumores al mismo tiempo, algo que no se había conseguido hasta la fecha con este transposón y que permite abordar el estudio de la enfermedad de manera más controlada".
En el trabajo publicado ahora, los investigadores crearon tres tipos de ratones que desarrollaban cáncer en el páncreas, el hígado o el intestino, específicamente. Posteriormente, estudiaron más a fondo los ratones con cáncer de páncreas. Además de la implicación de Foxp1 en la agresividad de estos tumores, detectaron una nueva región del genoma relevante para el control del gen "Cdkn2a", un supresor tumoral muy frecuentemente alterado en cáncer de páncreas en humanos.
De otro lado, el trabajo ha revelado la importancia del gen "Fign" -que hasta la fecha no había sido relacionado con el cáncer- para el desarrollo de los carcinomas de páncreas de subtipo hepatoide, ya que prácticamente todos los tumores de este tipo desarrollados por los ratones tenían alterado este gen.
Según Juan Cadiñanos, director del Laboratorio de Medicina Molecular del IMOMA, estos hallazgos "ofrecen nuevas oportunidades para la mejora del diagnóstico y el tratamiento del cáncer de páncreas, al identificar tanto alteraciones que se correlacionan con la agresividad de cada tumor o con el establecimiento de un subtipo específico de cáncer, como otras que pueden ofrecer nuevas dianas terapéuticas para el desarrollo de tratamientos personalizados".
Fuente: La nueva España
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