Google Inc. GOOGL -0.09% está diseñando pequeñas partículas magnéticas que recorrerán el cuerpo humano en busca de señales de cáncer y otras enfermedades, lo que refleja el último ejemplo de las enormes ambiciones del gigante de Internet.
Google indicó que sus nanopartículas, menos de un milésimo del ancho de un glóbulo rojo, buscarían y se pegarían a células, proteínas y otras moléculas dentro del cuerpo. La empresa también dijo que trabajando en un dispositivo para vestir con un imán para atraer y contar las partículas, que actuaría como un monitor.
El objetivo es proporcionar un sistema de advertencia temprana para el cáncer y otras enfermedades, con miras hacia un tratamiento más eficaz.
“Todos los exámenes para los que va al médico serán realizados a través de este sistema”, apuntó Andrew Conrad, director del equipo de Ciencias Biológicas en el laboratorio de investigación Google X, quién divulgó el proyecto en la conferencia WSJD Live de The Wall Street Journal. “Ese es nuestro sueño”.
El proyecto se encuentra probablemente a más de cinco años de convertirse en realidad, indican los expertos de la industria, y enfrenta grandes retos, tanto técnicos como sociales. Los investigadores tienen que identificar revestimientos que le ayudarán a las partículas a adherirse a determinadas células. Y Google aún no sabe cuántas nanopartículas se necesitarían para que el sistema funcione.
Además, el dispositivo para vestir debe ser lo suficientemente pequeño para ser discreto pero también debe tener espacio para una batería que no requiera recargas frecuentes.
Google podría distribuir las nanopartículas en una pastilla que se pueda tragar. Tal sistema enfrentaría un “un marco regulatorio mucho más estricto que las herramientas convencionales de diagnóstico”, anotó Chad A. Mirkin, director del Instituto Internacional para Nanotecnología de la Universidad Northwestern y fundador de tres empresas médicas de nanotecnología.
Además de los obstáculos técnicos y regulatorios, también hay preocupaciones sociales, incluyendo de privacidad. La idea de que Google monitoree el cuerpo humano las 24 horas del día probablemente preocupará a los críticos que se quejan de que la empresa ya tiene acceso a demasiada información.
Conrado señaló que Google no recopilará ni almacenará información médica. En vez de eso, Google planea autorizar el uso de la tecnología a otros que administrarán la información y su seguridad.
La iniciativa forma parte de los esfuerzos más amplios de Google de expandirse a nuevos segmentos que van más allá de la publicidad en línea. Muchos de estos proyectos son gestionados por el laboratorio de investigación Google X, incluyendo los vehículos autónomos, los globos de gran altura para proveer Internet y las gafas Glass.
El equipo de Ciencias Biológicas de Google X busca emplear datos para hacer que la medicina sea más preventiva, en lugar de reactiva. Su estudio Baseline está desarrollando una imagen detallada de un ser humano, al monitorear genéticamente muestras de miles de personas. También está desarrollando un lente de contacto inteligente para medir la glucosa en las lágrimas de las personas con diabetes.
Más de 100 empleados de Google —de disciplinas que incluyen astrofísica, química e ingeniería eléctrica— participan en el proyecto de nanopartículas. Google no ha informado cuánto está gastando en el proyecto.
Los promotores creen que la nanotecnología es muy prometedora para la medicina, pero por ahora hay pocos productos comerciales exitosos. El gobierno estadounidense ha invertido más de US$20.000 millones en investigación de nanotecnología desde 2001, incluyendo alrededor de US$4.300 millones de agencias vinculadas a la salud.
Nanosphere Inc., NSPH -7.66% fundada en base a un artículo académico de 2000 del laboratorio de Mirkin, comercializa pruebas de diagnóstico que usan nanotecnología que pueden rápidamente monitorear la sangre, la saliva y la orina para detectar causas de infección. Sin embargo, sus productos no han ganado mucha tracción. Las acciones de la empresa ahora se encuentran 98% a la baja desde su máximo tras su salida a bolsa en 2007.
Otra empresa basada en la investigación de Mirkin, AuraSense Therapeutics LLC, emplea nanotecnología para crear formas globulares de ADN para tratar el cáncer y otras enfermedades. Bill Gates y el presidente ejecutivo del directorio de Google Eric Schmidt figuran entre sus inversionistas.
T2 Biosystems Inc. TTOO 9.97% utiliza nanopartículas en sus pruebas de sangre fuera del cuerpo para detectar candidiasis. En septiembre, la compañía obtuvo la aprobación de la Administración de Medicamentos y Alimentos para comercializar sus pruebas para infecciones de sangre.
Bind Therapeutics Inc. BIND 0.51% realiza ensayos clínicos para probar nanopartículas dentro del cuerpo para transportar medicinas que atacan enfermedades como el cáncer. Utiliza revestimientos especiales y una molécula en las partículas para dirigirlas a su objetivo, como los tejidos de tumor.
Google está empleando una idea similar de usar nanopartículas dentro del cuerpo, no para aplicar medicinas, sino para pruebas y monitoreo continuos, indicó Robert Langer, un experto de nanomedicina en el Instituto de Tecnología de Massachusetts que cofundó T2 y Bind.
Google dijo que ha logrado avances en cuanto a la creación de las pequeñas partículas de óxido de hierro y la identificación de revestimientos que les permitirían adherirse a las células. Conrad afirmó que Google espera pintar sus nanopartículas con un anticuerpo que reconoce y se prende a una proteína en la superficie de las células tumorales.
Google se encuentra a por lo menos entre cinco y siete años de desarrollar un producto aprobado para el uso médico, indicó Sam Gambhir, director de radiología de la escuela de medicina de la Universidad de Stanford, que ha asesorado a Conrad sobre el proyecto durante más de un año.
Incluso si Google puede lograr que el sistema funcione, no estaría inmediatamente claro cómo interpretar los resultados. Es por eso que el equipo de Conrad comenzó el estudio Baseline, el que espera creará un estándar para comparaciones.
“Necesitamos conocer los niveles saludables de estas moléculas que portan enfermedades en la sangre, y no los conocemos ahora”, dijo Conrad.
—Rolfe Winkler contribuyó a este artículo.
Fuente: The Wall Street Journal