Comer estas frutillas ayuda a eliminar las células cancerígenas, además de mejorar la memoria
Científicos británicos encontraron que el consumo de bayas silvestres podrían aumentar la eficacia de un fármaco utilizado habitualmente en quimioterapia para tratar el cáncer, en particular el de páncreas.
La investigación, publicada la semana pasada en la revista especializada Journal of Clinical Pathology, sugiere que la combinación de bayas silvestres y un fármaco convencional llamado gemcitabina durante los ciclos de quimioterapia favorece la muerte de las células cancerígenas.
Los investigadores del Hospital Colegio del Rey y de la Universidad de Southampton analizaron esa combinación en una muestra de células de cáncer pancreático y constataron el efecto positivo que tiene el extracto de estos frutos rojos en la terapia.
Cuando se usaron los extractos de bayas, junto con gemcitabina, las células enfermas fueron más propensas a morir que cuando se administró sólo el tratamiento farmacológico, mientras que ese efecto no se observó en las sanas.
Según los científicos, este papel impulsor de las bayas radica en que éstas contienen enormes cantidades de polifenoles (antioxidantes) que son capaces de reducir el número células dañinas.
Sin embargo, los investigadores aclaran que es demasiado pronto para asegurar que esos compuestos bioactivos ayudan a terminar con el cáncer y para recetarlo a los pacientes tratados con quimioterapia, por lo que sugirieron investigaciones más profundas al respecto.
Las bayas silvestres, que crecen en la parte oriental de América del Norte, son ricas en vitaminas y antioxidantes.
En el pasado, varios estudios han atribuido propiedades beneficiosas de las bayas silvestres en la memoria o contra el envejecimiento celular, en particular.
El cáncer de páncreas es un cáncer poco común, pero muy agresivo, por lo que es difícil de tratar y las posibilidades de supervivencia se reducen a menos de cinco por ciento de los pacientes, cinco años después del diagnóstico.
Fuente: El Universal - México
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