Noticias

Tratamientos personalizados para los afectados por cáncer de próstata

15 Jul 2014
Tratamientos personalizados para los afectados por cáncer de próstata

Evitar el sobretratamiento del paciente y los efectos secundarios que ello conlleva. Eso es lo que intentan un grupo de investigadores del Hospital Universitario Miguel Servet, del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (ICAS) y de la Universidad de Zaragoza.

Para ello, han diseñado un sistema estadístico gráfico que se centra en predecir si el tumor se encuentra dentro de la próstata en el momento del diagnóstico o está extendido fuera de ella y, por tanto, si es necesario intervenir o solo vigilar. Un sistema que facilita así la personalización del tratamiento en el caso de los pacientes diagnosticados de cáncer de próstata.

El estudio se centra en resolver el problema de cómo determinar si el cáncer es intraprostático o no, algo especialmente complejo pues se trata de tumores en estadios iniciales y, en consecuencia, no visibles mediante pruebas médicas con las suficientes garantías (a pesar de que la resonancia magnética ofrece grandes avances en este ámbito, todavía no es una técnica definitiva y no proporciona absoluta seguridad en sus resultados).

Ante estas limitaciones, la comunidad urológica comenzó a crear modelos predictivos teniendo en cuenta múltiples variables antes y después de realizar la biopsia, tales como la edad o el grado de agresividad de la biopsia, para determinar el estadio de evolución y de extensión del tumor.

El modelo fue validado en pacientes del Servet, intervenidos en los años 2002 a 2004, y comenzado a aplicar de rutina en los pacientes diagnosticados, lo que ha permitido un consejo terapéutico individualizado del que se han beneficiado los pacientes aragoneses durante los últimos diez años.

Además, ha sido presentado en diferentes foros nacionales e internacionales, y validado en otros hospitales de España, tales como la Clínica Universitaria de Navarra o el Instituto Valencia de Oncología (IVO), en el que se acaba de confirmar su capacidad predictiva en 1.285 pacientes, afianzando su credibilidad, según informan desde el IACS.

En resumen, con este sistema y gracias a la individualización de la terapia en función del riesgo estimado de extensión del tumor, se podría evitar el sobretratamiento y, en consecuencia, los limitantes efectos secundarios, ya que se retrasa el tratamiento invasivo en caso de que únicamente sea necesario un control periódico intensivo.

La línea de investigación sigue activa y pretende generar modelos potencialmente más precisos dentro del ámbito de la oncología urológica.

El cáncer más frecuente en el varón adulto

El cáncer de próstata es un problema de salud muy relevante en nuestra sociedad y está relacionado con el envejecimiento de la población. Este tipo de cáncer es el más frecuente en el varón adulto y el tercero en causa de mortalidad por detrás del de colon y de pulmón.

Presente en el 50% y el 80% de las necropsias realizadas en varones mayores de 80 años, normalmente a estas edades es asintomático y no exige tratamiento. En la mayoría de los casos no ha sido causa de muerte ni ha condicionado la calidad de vida del enfermo. Es lo que se conoce como ‘cáncer de próstata latente’.

Sin embargo, cuando se presenta en etapas tempranas – de la década de los 50 en adelante – resulta pertinente el diagnóstico y el tratamiento, pues es posible que se produzca una evolución del mismo a medio-largo plazo y afecte, en consecuencia, a la calidad de vida e incluso a la supervivencia.

Tratamiento

Una vez diagnosticado, las opciones de tratamiento se reducen a la cirugía o la radioterapia, ambas con posibles efectos secundarios como incontinencia o impotencia, y a la vigilancia activa (aplicada a varones cuyos tumores son, en principio, pequeños y de baja agresividad), que implica biopsias periódicas y, solo en caso de empeoramiento, el planteamiento de uno de los tratamientos activos mencionados.

Estas opciones, de carácter conservador, son únicamente aplicables en el caso de que se trate de un tumor localizado en el interior de la próstata (intraprostático), ya que de no ser así, podría no ser tratado en su totalidad (en el caso de la cirugía o la radioterapia) o extenderse (en el caso de la vigilancia activa).

Fuente: El Diario Vasco