Los adolescentes y los adultos jóvenes que se broncean en interiores se arriesgan a contraer un cáncer de piel a una edad temprana, según un nuevo estudio.
El bronceado en interiores, que una vez se consideró que era más seguro que tomar el sol al aire libre, puede producir entre 10 y 15 veces más radiación ultravioleta (UV) que el sol de mediodía, según los autores del estudio.
"Nuestros hallazgos sugieren que los niños y los adultos jóvenes que desean broncearse en interiores podrían ser especialmente vulnerables a contraer un carcinoma de las células basales, la forma más común de cáncer de piel, a una edad temprana", indicó la investigadora principal, Margaret Karagas, profesora de bioestadística y epidemiología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Dartmouth en Lebanon, New Hampshire.
El estudio observó a las personas de 50 años o más jóvenes a las que se diagnosticó un cáncer de piel de las células basales. Aunque normalmente es tratable, este tipo de cáncer de piel puede producir muchas desfiguraciones si no se trata temprano, y los tumores de las células basales tienen una tasa alta de recurrencia. Hasta hace poco, el cáncer de piel de las células basales se consideraba un cáncer propio de un momento posterior de la vida, indicaron los investigadores.
Los investigadores hallaron que el bronceado en interiores se asociaba con contraer un cáncer de piel en una edad temprana. Además, se observó que el vínculo más fuerte se produjo entre los que se expusieron por primera vez al bronceado en interiores cuando eran adolescentes o jóvenes adultos.
Estos resultados respaldan la recomendación de la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) de minimizar la exposición a la radiación ultravioleta, indicaron los investigadores.
Los adolescentes a menudo tienen un acceso fácil a los salones de bronceado, y solo unos pocos estados prohíben el bronceado en interiores a los menores de edad, dijo Karagas.
"En ausencia de leyes que protejan a los niños de estas exposiciones, nuestros hallazgos sugieren que se aconseje sobre los riesgos del bronceado en interiores y que se disuada a los padres de que consientan esta conducta", señaló Karagas.
El informe aparece en línea el 23 de junio y en la edición impresa de julio de la revista Pediatrics.
En mayo, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los EE. UU. anunció que las camas de bronceado y las cámaras bronceadoras deben tener una advertencia visible que afirme que los menores de 18 años no deberían usar los dispositivos.
"Hay cada vez más evidencias que muestran que el bronceado en interiores en la niñez y en la adultez temprana aumenta más el riesgo de melanoma más adelante en la vida debido a una mayor exposición durante el transcurso de la vida", señaló en una conferencia de prensa en que se anunciaba la orden Nancy Stade, subdirectora de políticas del Centro de Dispositivos y Salud Radiológica de la FDA. El melanoma es la forma más letal de cáncer de piel.
Pero la orden no prohíbe del todo el uso de las camas de bronceado en los adolescentes. "Refleja una declaración muy firme por parte de la FDA de que no se deben usar en individuos menores de 18 años", dijo Stade.
El Dr. Jeffrey Salomon, profesor clínico asistente de cirugía plástica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, afirmó que el nuevo estudio tiene 2 ideas clave: En primer lugar, respalda el concepto de que cuanto más joven es una persona en el momento en que se expone a un carcinógeno conocido (en este caso, la radiación UV A y B), mayor es el riesgo de que finalmente contraiga un cáncer. En segundo lugar, "el estudio revela que el cáncer también se produce en una edad decididamente más temprana", comentó.
"Y la piel parece además más vieja", añadió.
Los dispositivos de bronceado más recientes son tan peligrosos como las máquinas más antiguas en cuanto a la emisión de luz que se sabe que provoca cáncer, dijo Salomon.
Para realizar el estudio, Karagas y sus colaboradores recogieron datos de los bronceados en interiores a partir de 657 personas con un cáncer de piel de las células basales y 452 sin cáncer de piel, que participaron en el Estudio del cáncer de piel de New Hampshire.
También se recogieron datos sobre centros de bronceado en interiores, el tipo de dispositivos usados (lámparas solares, camas de bronceado o cámaras bronceadoras) y sobre el tiempo que tomaron el sol en exteriores durante la niñez.
En aproximadamente el 40 por ciento de los casos, el cáncer de piel de las células basales se encontró en la espalda o en el pecho, en lugar de en la cabeza o en el cuello. Los tumores en la espalda y en el pecho se asocian con el bronceado en interiores, más que con la luz del sol natural, indicaron los autores del estudio.
El vínculo entre el bronceado en interiores y el cáncer se observó en todos los tipos de dispositivos de bronceados en interiores, lo que incluía las lámparas de bronceado, las camas de bronceado y las cámaras bronceadoras, halló el estudio.
Fuente: MedlinePlus