Investigadores del British Museum de Londres y de la Universidad de Durham, en Reino Unido, han descubierto en un esqueleto de hace 3.000 años lo que podría ser la muestra más antigua del mundo de un cáncer metastásico, un hallazgo que ofrecer nuevas pistas sobre la historia evolutiva de esta enfermedad ahora tan común.
El esqueleto en cuestión fue hallado el año pasado en una tumba en el actual Sudán, según han explicado los autores en la revista 'PLoS One', a unos 750 kilómetros de la capital, Jartum, y pertenecería a un hombre adulto que cuando murió podía tener entre 25 y 35 años.
Tras analizar los restos mediante radiografías y microscopio electrónico de barrido, obtuvieron una imagen clara de unas lesiones óseas provocadas por un cáncer de tejidos blandos, que evidenciaban como el tumor se había expandido causando metástasis en la clavícula, los omóplatos, las vértebras, las costillas, la pelvis y los huesos del brazo y el muslo.
Los investigadores reconocen que por el momento sólo pueden especular sobre lo que pudo haber causado el cáncer a este hombre, y apuntan a que pudo deberse a la exposición a carcinógenos ambientales como el humo del fuego, a factores genéticos o la aparición de una enfermedad infecciosa como la esquistosomiasis, causada por un parásito.
Este último caso sería el más posible, ya que se trata de una enfermedad que afectó a muchos habitantes de Egipto y Nubia, al menos desde el año 1.500 antes de Cristo, y actualmente se sabe que puede estar relacionado con el cáncer de vejiga.
"Los conocimientos obtenidos a partir de restos humanos pueden ayudar a conocer mejor la evolución y la historia de las enfermedades modernas", según ha reconocido Michaela Binder, estudiante de doctorado de Durham que dirigió la investigación y excavó y examinó el esqueleto.
ENFERMEDAD AUSENTE EN LOS REGISTROS ARQUEOLÓGICOS
A pesar de ser una de las principales causas mundiales de muerte en la actualidad, el cáncer está prácticamente ausente en los registros arqueológicos de enfermedades que se han realizado hasta el momento, lo que sugería que podría tratarse de una enfermedad provocada por los hábitos de vida modernos y un aumento de la esperanza de vida.
Sin embargo, estos nuevos hallazgos sugieren que el cáncer no es sólo una enfermedad moderna sino que ya pudieron registrarse los primeros casos en la región del valle del Nilo, en África, hace miles de años.
Tras este hallazgo, Binder cree que el siguiente paso será analizar las causas que podrían estar detrás de estos tumores milenarios y ver si la enfermedad ha evolucionado de alguna forma desde entonces.
Para ello, el análisis de ADN antiguo de esqueletos y momias con evidencia de cáncer podría usarse para detectar mutaciones en genes específicos que se sabe que están asociados con tipos particulares de cáncer.
Fuente: infosalus
La Declaración Mundial sobre el Cáncer reconoce que para lograr reducciones importantes en las muertes prematuras, la educación innovadora y las oportunidades de capacitación para los trabajadores de la salud en todas las disciplinas de control del cáncer deben mejorar significativamente.
ecancer desempeña un papel fundamental en la mejora del acceso a la educación para el profesional médico. Todos los días ayudamos a médicos, enfermeras, pacientes y sus defensores a ampliar sus conocimientos y mejorar la calidad de la atención.
Gracias por tu apoyo.