Los hospitales sevillanos no solo son noticia por los recortes y las protestas que profesionales y pacientes realizan sobre la atención sanitaria. También son dignos de mención los equipos médicos que se desviven por curar a los enfermos y estar al día en la más avanzada tecnología.

Es el caso de la Unidad de Oncología Ocular del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, que comenzó su andadura en julio de 2006 y sigue adelante con éxito atendiendo a cerca de cien nuevos casos cada año tanto de niños como de adultos con las técnicas más avanzadas en el diagnóstico y tratamiento de los tumores.

La patologías tumorales son difíciles de prevenir pues en gran parte están condicionadas por la genética y además no se puede aseverar si la prevalencia va creciendo debido al ámbito de población que atienden los profesionales que forman la unidad, según su director, el doctor Francisco Espejo.

Explica que en los adultos, los tumores más frecuentes son el melanoma de coroides, cuerpo ciliar o iris y las metástasis oculares, aunque también hay otros tumores benignos como el hemangioma coroideo, que se da con relativa frecuencia.

En los niños, el retinoblastoma es el tumor intraocular maligno más frecuente. Aunque la prevalencia es baja —cuatro casos nuevos al año en Andalcía— al ser la unidad un referente nacional , hasta ahora llevan 66 casos de los que 53 son nuevos desde el inicio del tratamiento y 13 ya han comenzado a recibir asistencia en otros centros de España. Los pacientes proceden de toda Andalucía, Extremadura, Ceuta, Melilla, Marruecos y, entre otras zonas, Guinea Ecuatorial.

Las técnicas que se utlizan en el tratamiento de los tumores son muy variadas y dependiendo del tipo de tumor, del estadío y de la edad se emplean unas u otras, solas o asociadas entre sí.

El doctor Espejo explica que incluyen «tratamientos locales (fotocoagulación láser, termoterapia transpupilar con láser diodo, termoquimioterapia, crioterapia, braquiterapia oftálmica, terapia fotodinámica o fármacos intravítreos) radioterapia externa, quimioterapia (sistemática, periocular o intraarterial) las resecciones tumorales como en la esclerouvectomía lamelar parcial, iridociclectomía, endoresección, la enucleación y la exenteración orbitaria, entre otras».

Comenta que la radioterapia externa puede producir muchas complicaciones como catarata, desprendimiento de retina o cánceres secundarios malignos y que «por eso ha sido reemplazada en los últimos años por la quimioterapia sistémica y los tratamientos locales con excelentes resultados».

También señala que la braquiterapia oftálmica consiste en la aplicación de radioterapia local, empleando una placa radiactiva que se coloca directamente sobre el globo ocular y que de esta forma la aplicación de la radiación es más selectiva sobre el tumor y se evita en gran medida las complicaciones de la radioterapia externa.

Como novedad destaca la aplicación de la quimioterapia en los niños de forma directa sobre el tumor mediante la quimioterapia intraarterial selectiva de la arteria oftálmica, llevada a cabo por los doctores Rafael Ruiz Salmerón y Antonio Moreno Diéguez con una «entrega e implicación en la puesta en marcha de la técnica encomiables».

Cada caso es diferente y, aunque la unidad emplea los protocolos internacionales para cada uno de los tumores, «cada paciente debe ser cuidadosamente evaluado con el objetivo de obtener el mejor resultado posible en el control del tumor, para mejorar la supervivencia, la conservación del globo ocular y la visión», termina el doctor Francisco Espejo.

Fuente: abc