La Unidad de Dermatología del Hospital de Bellvitge ha alertado este martes a aficinados al esquí y al montañismo de los riesgos de una excesiva exposición al sol en invierno, cuando la piel se vuelve más blanca y está más desprotegida.
Según ha informado este martes el hospital en un comunicado, en un fin de semana de esquí, la piel puede recibir de repente y durante horas mucha radiación solar, lo que "aumenta el riesgo de sufrir posibles lesiones", ha explicado el jefe Dermatología del hospital, Xavier Bordas.
Los principales perjuicios de una exposición excesiva al sol pueden ser el envejecimiento prematuro de la piel --aparición precoz de arrugas y manchas--; el agravamiento de enfermedades fotosensibles --como el 'lupus eritematoso'--; los efectos tóxicos o alérgicos de fármacos fotosensibilizantes; daños crónicos de la piel; lesiones premalignas --como queratosis actínicas--, y cáncer cutáneo.
Por ello, los dermatólogos han recomendado tomar medidas de precaución, como aplicar filtros solares de alta protección sobre la piel durante una actividad deportiva en la nieve media hora antes de la exposición, cubrir toda la superficie de la piel, y volver a aplicar el protector cada tres horas si la persona suda.
"En invierno el sol está más bajo y los rayos inciden en la piel de manera menos intensa. Sin embargo, la intensidad de la radiación ultravioleta se incrementa con la altura y es más peligrosa en zonas de montaña", ha avisado Bordas, que ha agregado que la nieve hace que la luz rebote e incida doblemente en las partes expuestas del cuerpo, como la cara y las manos.
El cáncer de piel por exposición solar aumenta cada año y en la última década ha tenido una tendencia del 50% más de casos, siendo los afectados personas de entre 50 y 65 años que durante su infancia no se protegieron adecuadamente del sol.
Fuente: Europapress