La metástasis del cáncer de boca puede diagnosticarse de manera precoz con el ganglio centinela
El cáncer del suelo de la boca es el segundo más frecuente de los que afectan a la cavidad oral
La primera causa y la más importante es la exposición al tabaco, además del alcohol, las infecciones víricas, factores nutricionales y predisposición genética como causas asociadas
Madrid, enero de 2014. La técnica del ganglio centinela ha demostrado ser segura, eficaz y menos agresiva en el diagnóstico de las metástasis cervicales en los estados iniciales del cáncer del suelo de la boca, el segundo más frecuente de los que afectan a la cavidad oral. Así lo demuestra un estudio español realizado por cirujanos orales y maxilofaciales del Hospital Universitario Cruces de Bilbao que han comprobado como con este procedimiento se evitan hasta en el 70% de los pacientes las disecciones cervicales que hasta ahora se hacían.
La investigación, publicada en noviembre en la revista International Journal of Oral and Maxillofacial Surgery, ha comprobado cómo esta técnica supone “una menor morbilidad y agresividad para el paciente, una mayor sensibilidad en la detección de la enfermedad metastásica, ya que se estudian los ganglios más en profundidad, y presenta una similar tasa de supervivencia que la técnica empleada tradicionalmente en la que realizamos una disección cervical para detectar la metástasis”, asegura el doctor Julio Álvarez Amezaga, coordinador del estudio y miembro de la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial (SECOM). Este cirujano advierte de la importancia de una detección precoz para “conseguir una alta tasa de supervivencia, pues sus posibilidades pueden disminuir un 50% si se detecta en estados avanzados”.
Un estudio realizado en Francia y publicado en noviembre en la revista Oral Oncology comprobó como la detección temprana del cáncer oral dependía de factores como “la consulta previa con un médico especialista, la facilidad de acceso al mismo y tener un profesional de la salud en contacto directo”.
La biopsia del ganglio centinela se ha empleado en la cavidad oral y “se pensaba que su aplicación en el suelo de la boca tendría más riesgo de realizar un diagnóstico erróneo por la proximidad del tumor a las áreas de drenaje linfático. Sin embargo, con estas técnicas conseguimos comprobar si existe metástasis, algo que antes suponía una disección cervical bilateral”, comenta este cirujano oral y maxilofacial. Consiste en “inyectar un isótopo radiactivo que permite detectar con sondas los ganglios que pueden contener células cancerosas, dividirlo en muchos segmentos y su posterior análisis por si contienen células metastásicas“, afirma. De este modo “sólo se extirpan los tejidos afectados y en caso de que la enfermedad haya llegado al ganglio se realiza una disección cervical como tratamiento”, añade.
El tabaco y el alcohol, principales causas
El cáncer oral es uno de los diez tipos de cáncer más frecuentes en el mundo, y, dentro de ellos, el del suelo de la boca es el segundo más habitual. Entre sus principales causas figuran las genéticas, el tabaco o el consumo de alcohol. De hecho, según datos de la SECOM, un consumo de este último por encima de 60 gramos al dia es el factor de riesgo individual más asociado al cáncer oral. Por su parte, el hábito de fumar aumenta las probabilidades de cáncer de manera proporcional al número de cigarrillos diarios, al número de años fumando y a la cantidad absoluta fumada en toda la vida. El cáncer oral se presenta, según la SECOM, de forma predominante en varones, en una relación de 4:1. El 95% de los casos se producen por encima de los 40 años de edad y la edad media en que aparece es a los 60 años.
La detección precoz juega un papel muy importante en la tasa de supervivencia. Desde la SECOM se aconseja a médicos y dentistas estar alerta ante la posible existencia de cáncer oral y lo tengan en mente ante cualquier área de ulceración o induración de la zona, sobre todo en fumadores y bebedores severos. “En caso de sospecha es imprescindible que el paciente sea atendido sin retrasos por un cirujano oral y maxilofacial en un centro hospitalario dotado de manera adecuada y lo ideal sería que empezara a ser tratado dentro de las tres semanas siguientes a la primera consulta”, afirma el doctor Javier González Lagunas, presidente de la SECOM.
La efectividad del tratamiento depende también del acceso a la salud del paciente. Una vez diagnosticado, “debe ser evaluado por un comité multidisciplinario que incluya la colaboración de todos los especialistas implicados en su manejo como el cirujano oral y maxilofacial, el oncólogo o el radioterapeuta. De hecho existen evidencias de que su ausencia afecta negativamente a los resultados.”, expone el doctor. Para ello, advierte, “es primordial que todos los pacientes tengan acceso a un tratamiento de la máxima calidad en el hospital de referencia de su área, con independencia del lugar donde vivan”.
Fuente: Portales médicos