El Hospital Clínico de Salamanca prepara la plena implantación a lo largo de este año en su servicio de Oncología de la técnica de radioterapia más avanzada para el tratamiento de algunos casos de cáncer de hígado y pulmón, además de algunas metástasis vertebrales.
Se trata de la ampliación a otros tumores de una técnica que comenzó a implantarse en 2012, y de forma plena el pasado año, para el tratamiento de determinados casos de cáncer de próstata, siendo el Clínico salmantino el único hospital público de toda España (y uno de los seis centros sanitarios en general) que ofrece este sistema a sus pacientes.
En concreto es la radiocirugía o radioterapia esterotáxica de cuerpo (SBRT). Una técnica que según explica el responsable de la Unidad de Tumores Urológicos del centro hospitalario, el doctor Víctor Macías Hernández, consiste en administrar al paciente seleccionado radiación contra el tumor en una dosis mucho más elevada de la considerada estándar, de manera que se reducen de manera considerable el número de sesiones necesarias y al mismo tiempo se obtienen unos resultados «al menos igual de positivos» que con la radioterapia habitual.
La radiocirugía es una técnica empleada desde hace décadas en el tratamiento de tumores cerebrales. Desde el año 2004, un grupo de doctores norteamericanos comenzó a experimentar su aplicación en otros tumores, comenzando por el cáncer de próstata. Esta nueva modalidad permitió demostrar que en determinadas condiciones y contando con la tecnología adecuada, es posible incrementar la dosis frente a una radioterapia habitual, logrando reducir el número de sesiones (de una media de 40 a un número de aproximadamente 5 sesiones) y que en realidad el enfermo reciba una mayor dosis en conjunto, consiguiendo un efecto más fuerte en la lucha contra la enfermedad.
En Salamanca, la técnica ha alcanzado su pleno desarrollo el pasado año, cuando se han tratado un total de 36 pacientes con cáncer de próstata, siendo en estos momentos el único centro hospitalario en España en disponer de esta terapia fuera de Madrid y Barcelona.
Víctor Macías señala que para la puesta en marcha en el Clínico «fue esencial la experiencia médica en el servicio y también que desde el 2010 contáramos con la Unidad de Tomoterapia», ya que la implantación de la radiocirugía necesita una tecnología muy elevada de control de imagen.
«Lo que hacemos es emplear la tomoterapia de manera que contemos con una especie de TAC que nos explique con total precisión cómo está el tumor ese día», explica el doctor, que subraya que una de las claves de la radiocirugía es precisamente que «nos adaptamos al cuerpo del paciente, ya que necesitamos una precisión milimétrica para emitir la radiación justo en el punto en el que se encuentra el tumor, por eso podemos incrementar las dosis y concentrarlas en unas pocas sesiones».
De esta forma, la radiocirugía se adapta al cuerpo del paciente, (ya que éste experimenta cambios diarios y las sesiones no pueden guiarse por la imagen tomada al inicio del tratamiento) y administra esa radiación varias veces mayor que la dosis convencional. De esta forma en pocos días se completa una terapia que habitualmente se dilata durante ocho o nueve semanas.
Para Víctor Macías, en aquellos casos en los que está indicado por los oncólogos, la radiocirugía supone un gran avance ya que no solo combate con mayor potencia al tumor en menos tiempo, sino que «no se ha observado que haya efectos secundarios entre los pacientes de cáncer de próstata que han seguido este tratamiento respecto a los que siguen una radioterapia convencional de ocho o nueve semanas».
Sin embargo, las ventajas para el paciente son muy importantes, ya que «se evitan muchos desplazamientos al hospital y además están recibiendo un tratamiento de mucha mayor calidad, con el que estamos convencidos de que no solo se puede curar en cinco sesiones igual que con la radioterapia habitual en cuarenta sesiones, sino que incluso podemos llegar a curar más», explica el doctor.
En estos momentos, la tasa de curación en los tumores de próstata más 'favorables' supera en el centro hospitalario salmantino el 95%, mientras que en los casos más desfavorables se ronda el 60% de curación. «Cifras que suponen un éxito equivalente al de la cirugía pero con muchos menos efectos secundarios severos para el paciente», subraya Víctor Macías.
El cáncer de próstata es el tipo de tumor más habitual que llega al servicio de Oncología, con cerca de 1.200 casos al año, de los que aproximadamente se tratan 300 con radioterapia.
Para el responsable de la unidad, la aplicación de la radiocirugía no solo beneficia al propio paciente que se trata, sino que ejercer un beneficio global sobre el funcionamiento de un centro hospitalario como el salmantino. «Si damos cuarenta sesiones de radioterapia a un paciente con cáncer de próstata, supone que a una hora determinada tenemos ocupada la máquina durante nueve semanas, mientras que si lo reducimos a cinco días, estamos liberando a la vez espacio para que haya sitio en las unidades de tratamiento para cientos de pacientes que pueden tener cáncer en otras localizaciones del cuerpo», detalla el doctor.
De esta forma, «estamos reduciendo las listas de espera, estamos permitiendo un gran ahorro al reducir el número de visitas al hospital para los pacientes que vienen a Salamanca desde otros puntos de Castilla y León o de otras comunidades y también estamos rentabilizando la tecnología».
Por este motivo, el hospital ha decidido impulsar la implantación de la radioterapia esterotáxica de cuerpo para el tratamiento de otros tipos de cáncer, como el tumor primario en el pulmón, metástasis de pulmón procedente de un tumor localizado en otro órgano, metástasis en la columna vertebral y metástasis en el hígado.
En el caso de cáncer de pulmón, el servicio está trabajando en un sistema que permita controlar la respiración durante la radiocirugía, ya que «las primeras experiencias las hemos desarrollado con un tipo de paciente muy, muy concreto», explica Víctor Macías, que señala su convencimiento de que la técnica podrá implantarse de forma plena a lo largo de este año, al igual que el caso de los tumores en el hígado y de algunas metástasis vertebrales, «de las que ya hemos tenido la experiencia positiva en cuatro pacientes tratados».
Fuente: El norte de Castilla
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