Las zonas costeras son comúnmente asociadas con más rayos solares, mayor radiación ultravioleta y un riesgo alto de cáncer de piel.
Datos del Registro Nacional de Tumores y de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) dicen lo contrario: los tumores en la piel son más comunes en hombres que viven en la zona Central Norte del país (que abarca regiones de Heredia y Sarapiquí, principalmente).
Allí la incidencia (casos nuevos por año) tiene una tasa de 50,6 pacientes por cada 100.000 hombres, casi el doble de la zona Chorotega (26,8 casos por 100.000 hombres) y cuatro veces más de la que tiene la región Huetar Atlántica (12,3 casos por 100.000 hombres).
Otras zonas no costeras, como Pérez Zeledón y Coto Brus, muestran una cantidad mayor de casos en comparación con Guanacaste, Puntarenas y Limón.
“La gente muchas veces asocia el sol con la playa, pero uno debe cuidarse en todo el país. El ejemplo está en que se den más casos de cáncer de piel lejos de las costas, porque la gente no tiene esa cultura de cuidarse; los rayos del sol son dañinos en todas partes”, comentó Alejandro Calderón, médico de la Red Oncológica de la CCSS.
Los especialistas aseguran que esto no solo se debe a que la gente en las costas tenga más cultura de protección ante el sol o que la gente se proteja más cuando va a la playa.
La realidad es que Costa Rica recibe más radiación en las montañas que a nivel del mar. Según la CCSS, a 1.500 metros sobre el nivel del mar hay entre 20% y 40% más de radiación UV que en la playa.
Para Aída Lara, dermatóloga de la Red Oncológica, las personas no deben confiar su protección solo al bloqueador, pues este no da el “permiso” para exponerse al sol.
“Hay que estar a la sombra entre las 10 a. m. y las 3 p. m., vestir manga larga si se va a estar expuesto al sol, e hidratarse muy bien: por dentro tomando agua, y por fuera, con cremas hidratantes”, aseveró la especialista médica.
“Además, el bloqueador no es algo que nos aplicamos solo una vez y ya. Lo ideal es estarlo aplicando constantemente, aproximadamente una vez cada dos horas. No nos hace inmunes ante el sol, solo da más protección”, agregó.
Lara enfatizó en la importancia de utilizar sombreros de ala ancha para evitar que los rayos solares no afecten el rostro.
Cáncer común. Los tumores en la piel son los más comunes en el país. En 2010 –último año para el cual el Registro Nacional de Tumores tiene datos– 2.493 personas desarrollaron esta enfermedad.
Esto representa entre el 22% y 23% de los todos los casos de cáncer que se presentan en el país.
“La ventaja es que la mayor parte de estos tumores no son de tipo melanoma. El melanoma es un cáncer de piel muy agresivo y mortal, pero afortunadamente solo representa el 4% de los casos”, sostuvo Calderón.
El experto manifestó que el sitio donde se desarrolla el cáncer varía según su agresividad, pues el melanoma es más común en las extremidades inferiores (36%), mientras que el cáncer menos agresivo se presenta, en el 70% de las veces, en la cara.
“El cáncer de piel es completamente prevenible, porque surge casi siempre por exponerse más de la cuenta al sol. Lo malo es que tres quemaduras de sol antes de los 20 años aumentan en un 80% las posibilidades de cáncer después de los 60 años”, explicó el dermatólogo Sergio Cortés.
Este especialista dice que hay mitos que deben derrumbarse. Uno de ellos es creer que la acción del bloqueador es inmediata, pues este debe aplicarse media hora antes de exponerse a la luz solar para que pueda hacer efecto.
“Otro mito es creer que estar bajo el agua protege y eso no es cierto. La luz ultravioleta atraviesa hasta 50 centímetros bajo el agua, por lo que los bloqueadores solares contra agua son imprescindibles en quienes nadan”, comentó Cortés.
El consejo general es que la gente esté atenta a lunares que cambien de color, tamaño o forma y consultar en caso de que así suceda.
Fuente: La nación