El Instituto de Investigación del Hospital 12 de Octubre acaba de firmar un convenio de colaboración con el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) para profundizar en el conocimiento y abordaje de algunos tipos de tumores.

La Unidad Mixta de Investigación que se ha formado se centrará en los próximos cinco años en el desarrollo de estudios de oncología molecular sobre patologías urogenitales, aunque el objetivo final es ampliar el campo de estudio a otras áreas, como los tumores de cabeza y cuello, mama, vías respiratorias o piel.

"Queremos unir investigación básica y clínica para conseguir que lo que se descubra en el laboratorio se traslade cuanto antes a los pacientes", explica Joaquín Arenas, Director del Instituto de Investigación del 12 de octubre.

Las unidades de Tumores Genitourinatorios y Patología Molecular del centro hospitalario llevaban tiempo colaborando con la Unidad de Oncología Molecular del CIEMAT, aclara Arenas, por lo que la firma del convenio potenciará, agilizará y extenderá varias líneas de investigación en la que los organismos ya estaban trabajando.

"El foco más importante son los tumores de vejiga y próstata y se está trabajando en la identificación de biomarcadores que puedan ser útiles para establecer el pronóstico y el seguimiento así como en la localización de nuevas y efectivas dianas terapéuticas", señala.

Para comprobar que los proyectos cumplen con los objetivos marcados, evaluar las investigaciones y coordinar las actividades, la Unidad Mixta contará con una comisión de seguimiento. Además, establecerá su base en un laboratorio que se está construyendo en el centro sanitario madrileño gracias a fondos concedidos por el Instituto de Salud Carlos III.

Pero el Hospital 12 de Octubre y el CIEMAT no son los únicos organismos que se han unido contra el cáncer. También el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) acaba de firmar una alianza con la compañía farmacéutica alemana Merca para colaborar en el desarrollo y la comercialización de nuevos compuestos anticancerígenos.

En virtud de este acuerdo, el CNIO ha cedido los derechos exclusivos para desarrollar y comercializar nuevos compuestos basados en inhibidores de la proteína quinasa ATR, moléculas desarrolladas en su totalidad por el buque insignia de la investigación oncológica en España. A cambio, Merck abonará al CNIO un pago inicial y otros potenciales ingresos de hasta 19 millones de euros, además de un porcentaje de las ventas alcanzadas.

El convenio firmado recoge la licencia de dos series de inhibidores de la molécula ATR, además de una plataforma de screening para validar los compuestos, que se encuentran en un estadio preclínico avanzado.

En una nota distribuida por el CNIO, María Blasco, directora de la institución ha subrayado "el orgullo del CNIO en colaborar con Merck, puesto que este acuerdo permitirá trasladar descubrimientos del centro a los pacientes y contribuir al desarrollo de nuevos fármacos contra el cáncer".

Como explican desde el propio CNIO, los inhibidores de la quinasa ATR son unas moléculas capaces de limitar la función de la proteína ATR, que es la de proteger a las células contra un tipo de estrés celular llamado estrés replicativo. "Debido a que algunos tumores presentan una cantidad muy elevada de este tipo de estrés, estos compuestos son particularmente tóxicos para las células tumorales, lo que es la base de su uso potencial en quimioterapia", añaden.

De momento, estos compuestos se encuentran aún en fase preclínica, admiten, por lo que pasarán entre uno o dos años antes de que se inicien los ensayos clínicos en humanos. De hecho, reconocen, los 19 millones de euros que podría recibir el centro dependerán de que se completen los ensayos clínicos posteriores (con pacientes). "A esa cifra habría que sumar un porcentaje por las ventas pero estamos en una fase muy temprana para hacer estimaciones al respecto".

Fuente: el mundo