NUEVA YORK (Reuters Health) - El inhibidor de la aromatasa de tercera generación anastrozol previene el cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas de alto riesgo, según revelan los resultados de un estudio.
El tratamiento diario con anastrozol por vía oral durante cinco años redujo un 53 por ciento el riesgo de desarrollar la enfermedad, según informaron los autores de la investigación IBIS-II durante el Simposio de Cáncer Mamario en San Antonio, Texas, que coincide con su publicación en la revista The Lancet.
"Algunas mujeres utilizan otras dos terapias antihormonales, tamoxifeno y raloxifeno, para prevenir el cáncer de pecho, pero no son tan efectivas y pueden tener efectos adversos, lo que limita su uso", dijo el doctor Jack Cuzick a través de un comunicado de prensa.
"Esperamos que nuestros resultados proporcionen una terapia preventiva alternativa y con pocos efectos secundarios para las mujeres posmenopáusicas con alto riesgo de desarrollar cáncer de pecho", agregó Cuzick, presidente del comité de vigilancia del IBIS-II.
Cuzick dirige el Centro de Prevención del Cáncer de Cancer Research UK y el Instituto Wolfson de Medicina Preventiva de la Queen Mary University, en Londres.
Entre febrero del 2003 y enero del 2012, los investigadores reunieron a 3.864 mujeres posmenopáusicas con alto riesgo de padecer cáncer mamario. Al azar, 1.920 mujeres utilizaron anastrozol (1 mg/día) y 1.944, un placebo.
A los cinco años, el 2 por ciento del grupo tratado con anastrozol y el 4 por ciento de las usuarias del placebo desarrollaron el cáncer.
La incidencia acumulativa del cáncer de pecho a siete años era del 2,8 por ciento con anastrozol y del 5,6 por ciento con placebo. En el grupo tratado con anastrozol murieron 18 participantes y en el grupo control murieron 17 mujeres, sin diferencia entre las causas.
El tratamiento no causó la mayoría de los efectos adversos vasomotores relacionados con los bajos niveles de estrógeno.
"Casi el 50 por ciento del grupo de control tuvo sofocos o sudoración nocturna, comparado con el 57 por ciento de las usuarias de anastrozol. Es una diferencia pequeña, pero real", señaló Cuzick durante una conferencia de prensa.
En esa presentación, el codirector del IBIS-II, doctor John Forbes, de la Universidad de Newcastle, en Nueva Gales del Sur, Australia, dijo que anastrozol es una opción "importante" y "alternativa" para las mujeres de alto riesgo, aunque aún lo ignoran los millones de mujeres que podrían beneficiarse con el fármaco.
Los resultados del IBIS-II son similares a los obtenidos con exemestano en el ensayo clínico MAP.3.
"Dado que son más efectivos que el tamoxifeno y el raloxifeno, y poseen menos efectos adversos, el anastrozol o el exemestano emergen como los tratamientos de elección para reducir el riesgo de desarrollar cáncer de pecho en las mujeres posmenopáusicas con alta posibilidad de padecer la enfermedad", aseguraron los investigadores.
Cuzick adelantó que el seguimiento de las participantes del IBIS-II durará por lo menos 10 años.
"Queremos saber si el anastrozol tiene un efecto continuo en la incidencia del cáncer aun luego de suspender el tratamiento y si reduce la mortalidad por el cáncer de pecho, además de asegurar que no provoca efectos adversos en el largo plazo", indicó.
Cancer Research UK, el Consejo Nacional de Salud e Investigación Médica de Australia, AstraZeneca y Sanofi-Aventis financiaron el estudio. Cuzick integra el plantel de portavoces de AstraZeneca.
Fuente: Medlineplus