Una molécula derivada del colesterol, con funciones semejantes a los estrógenos impulsa el crecimiento y dispersión de los tipos más comunes de cáncer de mama, según una investigación del Instituto Duke para el Cáncer que se publica en el último número de Science.
Otro hallazgo importante del estudio, llevado a cabo con ratones y células tumorales, los medicamentos para bajar el colesterol, como las estatinas, son eficaces para disminuir los niveles de está molécula, denominada 27-hidroxicolesterol (27HC). Este hallazgo explicaría también por qué las mujeres con cáncer de mama que están tomando estatinas tienen un mejor pronóstico, apunta la revista Science en otro artículo.
Muchos estudios han demostrado una relación entre la obesidad y el cáncer de mama, y en concreto que el colesterol elevado está asociado con un mayor riesgo de cáncer de mama, pero hasta ahora no se sabía por qué, explica el autor principal del trabajo publicado en Science, Donald McDonnell, director del Departamento de Farmacología y Biología del Cáncer en Duke. "Lo que ahora hemos encontrado es que una molécula derivada del colesterol, el 27HC, que imita la acción de los estrógenos, puede potenciar por sí misma el crecimiento y dispersión del cáncer de mama”.
Los estrógenos se relacionan con el 75% de los cánceres de mama. Tras la menopausia, a pesar de la disminución de los estrógenos, las mujeres obesas y con altos niveles de colesterol tienen un mayor riesgo de desarrollar un tumor. Hasta ahora no se sabía por qué y este estudio por primera vez explica la relación entre el colesterol alto y el cáncer de mama, especialmente en mujeres post-menopáusicas, y sugiere que los cambios en la dieta o las terapias para reducir el colesterol a la vez pueden ofrecer una forma sencilla y accesible para reducir el riesgo de cáncer de mama.
Utilizando modelos de ratón, los investigadores de Duke han demostrado la participación directa del 27 Hidroxicolesterol en el crecimiento del tumor, así como la agresividad del cáncer para propagarse a otros órganos. También observaron que la actividad de este subproducto del colesterol desaparecía cuando los animales fueron tratados con antiestrógenos o cuando se interrumpió la administración de suplementos de 27HC.
Estos hallazgos fueron corroboradas en tejido de cáncer de mama humano, lo que dio pie a un hallazgo adicional: la correlación directa entre la agresividad del tumor y la abundancia de la enzima que transforma el colesterol en 27HC. Cuanto más agresivo es el tumor, mayor es la cantidad de esta encima presente. "Este es un hallazgo muy importante", señala McDonnell. "Los tumores de mama, debido a que expresan la enzima para producir 27HC, están obteniendo una molécula similar al estrógeno que puede promover el crecimiento del tumor. En esencia, los tumores han desarrollado un mecanismo para usar una fuente de combustible distinta de los estrógenos."
Un estudio también muy reciente, de principios de mes, publicado en la revista Cell mostraba otro dato que asocia a esta molécula derivada del colesterol con la formación del tumor. Los datos procedentes de 66 mujeres con cáncer de mama positivo a los estrógenos tenían niveles más elevados de 27HC que las controles tanto en el tejido mamario normal como en el tumoral. Otra pista contundente: las mujeres que tienen niveles bajos de la encima que elimina el 27HC tienen una esperanza de vida menor que aquellas mujeres con niveles más altos.
Dietas ricas en colesterol
En los experimentos con ratones a los que se les implantaron células tumorales humanas, los investigadores de Duke han visto que aquellos modificados genéticamente para tener niveles elevados de colesterol cuando ingieren grasas (que simularía la predisposición a la hipercolesterolemia en algunas personas) tenían también niveles más altos de 27HC en su sangre y sus tumores eran un 30% mayores que los roedores con una dieta con menos grasa. Y lo más interesante, este efecto adverso se podía bloquear dando estatinas a los roedores.
Los estudios de expresión génica revelaron una posible asociación entre la exposición al 27HC y el desarrollo de resistencia a los antiestrógenos como el tamoxifeno, un medicamento que se emplea como terapia complementaria para el cáncer de mama. Y también pone de relieve que el aumento de los niveles de esta molécula mimética de los estrógenos, el 27HC, puede explicar la resistencia a la terapia en algunas pacientes, ya que puede reducir la eficacia de los inhibidores de la aromatasa, una de las terapias contra el cáncer de mama utiliza con mayor frecuencia.
McDonnell dijo que los hallazgos sugieren que puede haber una manera simple de reducir el riesgo de cáncer de mama al mantener el colesterol bajo control, ya sea con estatinas o con una dieta saludable. Además, para las mujeres que tienen cáncer de mama y el colesterol alto, tomar estatinas puede retrasar o prevenir la resistencia a los tratamientos endocrinos como el tamoxifeno o los inhibidores de la aromatasa.
Se trata de un hallazgo imprevisto que puede aportar nuevas estrategias terapéuticas para luchar contra el cáncer de mama y también en su prevención. En el estudio publicado en Cell se apuntaba a la participación de esta molécula en el desarrollo y dispersión de otros cánceres, como el endometrial. De hecho ya hay pruebas de que este tipo de tumor crece más rápido en una placa de laboratorio cuando se le añade 27HC. Un hallazgo sin duda importante.
Fuente: ABC
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