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Humanos, como células cancerígenas que han destruido 70% del planeta, advierte investigador

9 Nov 2013
Humanos, como células cancerígenas que han destruido 70% del planeta, advierte investigador

La humanidad ha destruido, talado o transformado en áreas industriales o ciudades, el 70 por ciento del planeta, aseguró el doctor Jesús Pérez Moreno, profesor e investigador del Colegio de Posgraduados del campus Montecillo, quien definió al humano como células cancerígenas que está acabando con el mundo.

“El escenario triste que vivimos, es una realidad de lo que le hemos hecho al planeta. Hay especialistas que consideran que en menos de un siglo habrá destrucción, un cataclismo terrible y que el fin está cerca ya que hemos destruido, talado y transformado en áreas industriales o en ciudades el 70 por ciento de la cobertura natural del planeta.

“Los ecosistemas son como la piel del ser humano, cuando se le quema el cuarenta por ciento de la piel, se denominan quemaduras de cuarto grado y sobreviene la muerte. Especialistas consideran que el fin del planeta está cerca, y junto con ello nosotros también”.

Durante su conferencia “Gaia, el cambio climático y la simbiosis ectomicorrizica”, en los Seminarios de Investigación de los Cuerpos Académicos de la Facultad de Agronomía,  Pérez Moreno mencionó que el concepto de Gaia, considerado la madre de todas las teorías, concibe al planeta como un gran ser vivo, y a nosotros los humanos como células de éste.

“Esta teoría nos hace percibir que si fuésemos células de este gran ser vivo, por lo que seriamos células cancerígenas, al compartir dos características con éstas: una de ellas es la tasa de crecimiento desmesurado, y otra es que para poder crecer, destruimos células distintas”.

Explicó que hemos originado en el planeta tres síntomas importantes: fiebre, por el calentamiento global como consecuencia de la actividad humana; indigestión, por la lluvia ácida que destruye ecosistemas; y la nosonemía, como consecuencia de la actividad humana hemos destruido la capa de ozono, lo que permite la entrada directa de la radiación ultravioleta.
 

Fuente: pulso