Al igual que los humanos, las ratas jóvenes que paren tienen un menor riesgo de cáncer de mama en el futuro, pero un nuevo estudio muestra que este efecto protector en los animales desaparece si se les expone a una hormona relacionada con la obesidad durante el embarazo.
El estudio, que se publicará en la edición digital de este viernes de 'Cancer Prevention Research' por científicos del 'Georgetown Lombardi Comprehensive Cancer Center', en Washington, Estados Unidos, sugiere una importante dirección para la investigación sobre la salud de la mujer, especialmente teniendo en cuenta las tasas de obesidad en todo el mundo.
En los seres humanos, inicialmente el embarazo aumenta el riesgo de cáncer de mama entre los primeros cinco a siete años después del parto y luego o bien reduce permanentemente el riesgo a casi la mitad en las mujeres más jóvenes o aumenta el riesgo en las mayores de 30 años. Este mismo patrón se observa en ratas.
"Sabemos que las mujeres embarazadas ganan una cantidad excesiva de peso tienen niveles altos de leptina, una hormona producida por el tejido graso, y un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama después de la menopausia", explica Leena Hilakivi-Clarke, profesora de Oncología en Georgetown Lombardi, y autora principal del nuevo estudio. "Mediante el estudio de estos factores en los animales, esperamos comprender cómo están vinculadas", agregó.
Los investigadores observaron riesgo de cáncer de mama después de que ratas embarazadas fueron expuestas a leptina, así como cambios de genes. Sus resultados mostraron que igual que las mujeres, las ratas hembra registraban inicialmente un aumento en el riesgo de cáncer de mama después del parto, pero el riesgo bajó con el tiempo a un nivel que fue menor que en las ratas que no dan a luz.
"Esto sugiere que el embarazo tiene un efecto protector contra el cáncer de mama en animales como lo hace en las mujeres", explica Hilakivi-Clarke. Pero el riesgo de cáncer de mama en las ratas expuestas a la leptina durante el embarazo no disminuyó, algo que esta experta ve "preocupante" porque plantea que la exposición a la hormona relacionada con la obesidad niega el efecto protector del alumbramiento sobre el riesgo de cáncer de mama.
Para descubrir las posibles razones de las diferencias en el riesgo de cáncer de mama, los científicos analizaron los patrones de genes en las glándulas mamarias de las ratas. "Hemos visto un patrón muy diferente entre los grupos de ratas", resaltó Hilakivi-Clarke.
En las mujeres y los animales, el embarazo enciende permanentemente los genes que permiten a las células sanas del pecho protegerse contra los ataques que pueden iniciar el cáncer. Estos cambios en los genes se cree que explican la dramática caída en el riesgo de cáncer de mama en mujeres que han tenido un hijo antes de los 20 años.
"Parece que el tratamiento de ratas con leptina durante el embarazo impidió los cambios en los genes protectores -concluye Hilakivi-Clarke--. Este trabajo apunta a una dirección importante para la investigación con el fin de prevenir el cáncer de mama en las mujeres, ya que la obesidad es una epidemia".
Fuente: Europapress