Los investigadores de la Clínica Mayo en Jacksonville, Florida han puesto de manifiesto el proceso por el cual la inflamación crónica del páncreas, pancreatitis, se transforma en cáncer de páncreas
JACKSONVILLE, Florida, — Los investigadores de la Clínica Mayo en Jacksonville dicen que sus hallazgos apuntan a formas de identificar a pacientes con pancreatitis en riesgo de cáncer y los posibles tratamientos farmacológicos que pueden revertir el proceso.
El estudio, publicado en la edición online The Journal of Cell Biology, esquematiza la manera cómo la inflamación induce a las células acinares del páncreas – aquellas que producen enzimas digestivas – a transformarse en células similares al conducto biliar. A medida que estas células cambian, pueden adquirir mutaciones factibles de dar lugar a la progresión del cáncer de páncreas, dice el autor principal Peter Storz, Ph.D., bioquímico y biólogo molecular de la Clínica Mayo.
"No sabemos por qué estas células se reprograman a sí mismas, pero puede deberse a que producir enzimas en un órgano que se encuentra dañado por la inflamación puede causar más daño", expresa el Dr. Storz. "La buena noticia, sin embargo, es que este proceso es reversible, y hemos identificado una serie de moléculas implicadas en esta vía que podrían ser el blanco para hacer que estas nuevas células similares al conducto biliar retrocedan nuevamente a células acinares, eliminando así el riesgo de desarrollo de cáncer".
Los científicos están probando la capacidad de los medicamentos ya existentes en el mercado, para revertir esta transformación celular en el páncreas en ejemplares de ratones modelados con cáncer de páncreas humano. El equipo de investigación del Dr. Storz trazó la vía que lleva a la inflamación en el páncreas a desarrollar cáncer en este órgano. Los científicos realizaron el seguimiento de lo que sucedía una vez que los macrófagos respondían a una inflamación del páncreas. Los macrófagos son un tipo de glóbulo blanco que come el material extraño en el cuerpo.
"En esta área, la creencia ha sido que los macrófagos estaban allí para eliminar las células dañadas en el órgano", explica el Dr. Storz. "Nosotros descubrimos que éstos no eran tan benignos. De hecho, descubrimos que los macrófagos por sí mismos impulsaban la transformación y proveían el escenario para el desarrollo del cáncer".
El equipo de investigación también descubrió que si el páncreas está inflamado, el fluido de este órgano contiene moléculas de señalización que inducen a las células acinares a transformarse en células similares al conducto biliar. Elgastroenterólogo yco-autor del estudio, Dr. Massimo Raimondo, es parte de un equipo de la Clínica Mayo que ha desarrollado un método para recoger este líquido en el páncreas durante un examen rutinario de endoscopia digestiva alta.
"Queremos investigar también si estas dos enzimas pueden servir como sistema de alerta temprana, un marcador de riesgo de cáncer en pacientes con pancreatitis, " aclara el Dr. Storz. "Nuestra esperanza es que podamos detectar ese riesgo antes de que ocurra el cáncer, y usar un tratamiento que revierta cualquier posibilidad de que éste se desarrolle", concluye el especialista.
El estudio fue financiado por subvenciones de los Institutos Nacionales de Salud, por la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer y por subvención de la Clínica Mayo para Programas Especializados de Excelencia (SPORE – Specialized Programs for Research Excellence) en cáncer pancreático.
Fuente: Globedia
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