Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que al igual que el tabaco y las radiaciones ultravioletas, la contaminación del aire produce cáncer.
Partículas que llegan al aire provenientes de motores, procesos industriales, generación de energía y otras fuentes no solo afectan las vías respiratorias como hasta ahora se conocía.
El informe de la OMS asegura que “la exposición a las partículas finas ambientales se estimó recientemente que fue la causa de 3,2 millones de muertes prematuras en todo el mundo en 2010, en gran parte debido a la enfermedad cardiovascular, y 223 mil muertes por cáncer de pulmón”.
Estas partículas se clasificaron en el “grupo 1” de las sustancias causantes de cáncer, en el que también se incluyen tabaco, asbestos, plutonio, polvo de sílice o radiación ultravioleta.
Siendo de esta forma, Costa Rica está en peligro.
Aunque los controles se han fortalecido para que cada vez menos vehículos contaminen el ambiente, el 20% de los que van a revisión técnica, la pierden por emisión de gases y hasta setiembre anterior, 110 mil vehículos circulaban sin este requisito.
Además de quienes se saltan los controles, está el problema de los vehículos viejos y en nuestro país circulan más de 60 mil vehículos que tienen al menos de 16 años de antigüedad. Lo peor es que también va en aumento la flotilla que circula por nuestras calles.
Flotilla añosa
Un estudio realizado en 2009 por el Programa de Investigación en Desarrollo Urbano Sostenible (ProDUS) de la Universidad de Costa Rica (UCR) indicó que la edad promedio de los automóviles que circularon por San José era de 16 años atrás.
Por mes, se inscriben más de 4 mil carros en el Registro Nacional. En promedio sólo este 2013, son unos 33 mil los carros que circulan por primera vez y más del doble, incluyendo vehículos especiales como los de transporte.
“Las partículas que salen de vehículos diésel sí son cancerígenas ya demostradas por la OMS. Las partículas más finas las medimos en el aire y las concentraciones que se obtienen sobrepasan la norma”, explicó Jorge Herrera, subdirector de la Escuela de Estudios Ambientales de la Universidad Nacional.
Jonathan Agüero, investigador del ProDUS, comentó a crhoy.com que “los motores de diésel han mejorado pero que no dejan de ser contaminantes”.
“Los motores de diésel han ido mejorando y el que estamos vendiendo es más limpio que el que vendíamos hace unos 10 o 15 años. Si son más contaminantes que los de gasolina, aunque los más modernos de diésel anden muy parecidos. Hay que ser cuidadosos sobre todo con la revisión técnica que se aplica en buses y vehículos pesados”, aclaró Agüero.
Los carros que utilizan diésel llegan a unos 500 mil este 2013, según datos del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae).
Velocidad versus contaminación
Para Agüero, hay un problema peor que se debe analizar: la velocidad con las que esos vehículos transitan por nuestras calles.
“A menos velocidad, mayor concentración de contaminación. Hay que trabajar las velocidades para disminuir la contaminación. También se podría disminuir la cantidad de vehículos, mejorando el transporte público”, detalló el investigador.
Los datos del Minae aseguran que para el 2020, la flota vehicular llegará a los dos millones de autos circulando por las calles y carreteras de nuestro país. Unos 500 mil más de los que lo hacen actualmente y para 2030, casi cuatro millones de carros más.
Para el titular de Ambiente, René Castro, este escalonado aumento está calculado pero velan con que tengan energías más limpias.
“Ya está considerado el crecimiento de la flota y además está considerado también que hay una mejoría tecnológica. Que la flota va a ser más limpia, va a estimularse el cambio de autobuses a unos más nuevos, de los automóviles también no sólo a nivel de taxis para servicio público sino que también para privados”, comentó Castro.
Para el 2012, el cáncer representaba la mitad de las muertes por enfermedades crónicas en el país. El cáncer de pulmón, representó para ese año, la muerte de 289 costarricenses.
En el informe de la OMS participaron epidemiólogos, toxicólogos, científicos atmosféricos, biólogos del cáncer, y los reguladores para hacer recomendaciones para el desarrollo de una serie de monografías sobre la contaminación del aire.
Desde esta organización, se espera que esta nueva clasificación sirva como un “primer paso” para que los gobiernos tomen medidas que minimicen sus peligros y potenciales costos para la salud.
Fuente: cr hoy