Un equipo del Instituto de Investigación del Cáncer Ludwig ha identificado una mutación común que aumenta drásticamente el riesgo de cáncer testicular y describe un probable mecanismo molecular por el cual se ejerce tal efecto.
Los investigadores del estudio, publicado en 'Cell', sugieren que, a pesar de su potencial letalidad, la variación genética se ha visto favorecida por la selección natural para ser común en las personas de piel clara, puesto que, al parecer, podría ayudar a proteger la piel caucásica de la radiación UV del sol, que puede quemar y causar cáncer.
"Conocer la genética heredada del cáncer tiene un gran potencial en la medicina", subrayó el coautor Gareth Bonos, investigador en la Universidad Ludwig Oxford, en Reino Unido. "Esto puede ayudar a crear pruebas para predecir el riesgo de desarrollar tumores malignos en particular. También puede informar a los médicos sobre el pronóstico probable de cánceres y fundamentar las decisiones terapéuticas, mejorando la gestión de la enfermedad", agregó.
La secuencia de ADN del genoma humano está salpicada de pequeñas variaciones que ayudan a explicar muchas de las diferencias entre las personas, como el color de sus ojos, el rizo de su cabello o su riesgo de obesidad.
Estas mutaciones, conocidas como polimorfismos de nucleótido único (SNP), porque cambian sólo una base, o "letra" en la secuencia, también se asocian con el riesgo de una amplia variedad de enfermedades, entre ellas el cáncer, pero en la mayoría de los casos, no queda claro cómo un SNP particular contribuye al riesgo de desarrollar la enfermedad relacionada.
El SNP descubierto por Bond y el coautor Douglas Campana, del Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental de Estados Unidos, afecta a la actividad de una proteína llamada p53, más conocida como el mecanismo de defensa más importante de la célula contra el cáncer.
En respuesta a varios estímulos, p53 se une a un patrón específico de secuencias de ADN conocidas como elementos de respuesta a una vertiginosa variedad de genes que conducen desde el desarrollo embrionario hasta el suicidio inducido de las células potencialmente cancerosas.
El equipo analizó las bases de datos que contienen 62.567 SNP asociados con el cáncer en busca de mutaciones que alteran la capacidad de p53 para activar sus genes diana. Los científicos detectaron una que aumenta la asociación de p53 con un elemento de respuesta clave y muestran que este SNP en particular está muy estrechamente relacionado con el riesgo de desarrollar cáncer testicular.
El SNP reside en un elemento de respuesta a p53 que activa la producción de una proteína denominada ligando KIT ( KITLG), cuya activación por p53 puede alimentar la proliferación de las células.
Los experimentos también sugieren que SNP aumenta significativamente la capacidad de p53 para regular KITLG en una variedad de células. "Parece --explica Bell-- que esta variante particular permite a las células madre testiculares crecer en presencia de daño en el ADN, cuando se supone que deben dejar de crecer, ya que tal daño puede conducir al cáncer".
Un análisis genómico evolutivo llevado a cabo por el equipo reveló que SNP heredados que alteran la capacidad de p53 para unirse a sus elementos de respuesta han sido eliminados sin piedad por la selección natural. Sin embargo, su análisis también revela que el SNP identificado (denominado KITLG p53 RE SNP, rs4590952 ) no sólo se ha deslizado a través de los filtros selectivos negativos de la evolución sino que ha sido seleccionado de manera positiva en el acervo genético de raza caucásica.
Para explicar por qué este SNP podría haber sido seleccionado positivamente y se escapó de la selección negativa, los autores obtienen de sus propios y otros estudios que es para la respuesta de la piel a la luz solar.
Aunque la luz UV puede quemar y causar cáncer, también es importante para la salud humana, al ser necesaria para la producción de la vitamina D, un nutriente esencial, entre otras cosas. Para equilibrar los beneficios de la luz del sol contra sus peligros inherentes, el cuerpo fabrica el pigmento melanina, de forma que la detección de los rayos UV activa p53 en ciertas células de la piel, lo que alimenta la secreción de KITLG y provoca que las células de pigmento llamadas melanocitos decidan multiplicarse y aumentar la producción de melanina, dando como resultado un bronceado protector.
Bell, Bond y su equipo confirmaron en sus experimentos que p53 conduce a la producción de KITLG y la proliferación de melanocitos en ratones expuestos a altos niveles de luz ultravioleta. Sus análisis genómico mostró, en particular, que la versión de KITLG que mejor responde a p53 se encuentra en los genomas del 79 por ciento de los europeos de raza caucásica, pero sólo el 24 por ciento de los africanos, que tienen un riesgo entre cuatro y cinco veces menor de cáncer testicular que los no caucásicos.
"En el transcurso de la evolución, los humanos emigraron de África a zonas con poca luz en el norte, desarollando una piel más clara, con más probabilidades de adaptarse a los niveles inferiores de la luz solar", explica Bond. "Por desgracia, la adaptación también dejó su piel susceptible a los rayos UV. Es interesante especular que la mejor versión del elemento KITLG de respuesta a p53 es la compensación de la evolución de esa vulnerabilidad. Pero parece tener un costo, un riesgo mayor para el cáncer testicular", resumió.
Fuente: Europapress.es
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