En el futuro, los científicos podrían utilizar medicamentos elaborados a partir del cannabis para combatir el cáncer de ovario.

Un equipo de científicos que ha estado probando los efectos de dos compuestos químicos derivados del cannabis en células de cáncer de ovario ha descubierto que ambos muestran prometedores efectos anticancerígenos.

Aunque se necesitarán más investigaciones para convertir estos resultados en medicamentos que puedan administrarse a los pacientes, estos hallazgos suponen una importante oportunidad para desarrollar nuevas terapias eficaces para un cáncer difícil de diagnosticar y aún más difícil de tratar.

«El cáncer de ovario sigue siendo uno de los tumores ginecológicos más mortales, caracterizado por un diagnóstico tardío, altas tasas de recurrencia y opciones de tratamiento eficaces limitadas», afirmó el Dr. Siyao Tong, de la Universidad de Khon Kaen, autor principal del artículo publicado en Frontiers in Pharmacology.

«Nuestro objetivo es encontrar fármacos alternativos que puedan mejorar la eficacia y reducir potencialmente la toxicidad, lo que en última instancia aportaría una nueva esperanza a las pacientes que se enfrentan a esta difícil enfermedad».

Una enfermedad mortal

De todos los cánceres ginecológicos, el cáncer de ovario es el que mata a más pacientes.

Aunque se han producido avances en las estrategias de tratamiento, los fármacos disponibles no siempre son eficaces y tienen efectos secundarios formidables.

Se necesitan desesperadamente nuevas opciones.

Dado que el CBD (cannabidiol, que no es psicoactivo) y el THC (delta-9-tetrahidrocannabinol, que sí lo es) han demostrado su potencial contra otros tipos de cáncer, el equipo de investigación decidió probarlos contra las células del cáncer de ovario.

Tomaron dos líneas diferentes de células de cáncer de ovario, una de ellas sensible a los fármacos derivados del platino y otra resistente, y las expusieron al CBD, al THC o a ambos, para ver si las células podían sobrevivir y reproducirse después de la exposición.

Los científicos también expusieron una línea de células sanas, para ver si los compuestos las dañaban.

Descubrieron que las células de ambas líneas cancerosas que habían sido tratadas con CBD o THC formaban colonias de células menos numerosas y más pequeñas.

Aunque ambos compuestos funcionaron para prevenir la reproducción de las células cancerosas, su combinación dio resultados especialmente buenos.

Y aunque ninguno de los compuestos por sí solo mató a una gran proporción de células cancerosas, la combinación de ambos fue muy eficaz.

Es posible que el THC y el CBD actúen sobre las células cancerosas de diferentes maneras y que, cuando se utilizan juntos, sus efectos se amplifiquen.

«Cabe destacar que el efecto inhibidor fue más pronunciado cuando se utilizaron el CBD y el THC en una proporción de 1:1», afirmó Tong.

Otros ensayos demostraron que los compuestos impedían la migración de las células, lo que significa que podrían detener la propagación del cáncer de ovario a otras partes del cuerpo.

Muchas pacientes mueren por metástasis, por lo que un tratamiento que las prevenga podría salvar vidas.

Ambas líneas celulares se vieron afectadas de manera similar, lo que sugiere que los compuestos podrían funcionar igual de bien para diferentes tipos de cáncer de ovario.

Los compuestos y sus combinaciones también tuvieron efectos mínimos en las células sanas, lo que sugiere que los pacientes podrían encontrar los tratamientos elaborados a partir de ellos menos tóxicos y más fáciles de tolerar que los medicamentos actuales.

Para comprender el mecanismo que subyace a estos efectos anticancerígenos, los científicos analizaron las vías de señalización celular.

La vía PI3K/AKT/mTOR está sobreactivada en las células de cáncer de ovario, lo que contribuye al desarrollo del tumor y a la resistencia al tratamiento.

Los compuestos CBD y THC parecían restaurar la regulación normal de la vía, lo que podría explicar por qué las células cancerosas no podían reproducirse y comenzaban a morir después del tratamiento.

Mirando hacia el futuro

Pero aún queda mucho trabajo por hacer antes de que estos resultados puedan traducirse en tratamientos prácticos.

Los científicos piden que se realicen más investigaciones para determinar si estos compuestos pueden utilizarse como nuevas terapias eficaces contra el cáncer de ovario y de qué manera.

«Aunque nuestro estudio aún es preliminar, sienta una base importante para futuras investigaciones sobre las posibles aplicaciones del CBD y el THC en el tratamiento del cáncer de ovario», afirmó Tong.

«Al confirmar su actividad anticancerígena e identificar los mecanismos moleculares clave, se espera que nuestros hallazgos impulsen nuevas investigaciones preclínicas. Si los estudios futuros confirman estos efectos, la terapia combinada con CBD y THC podría contribuir en última instancia al desarrollo de nuevas estrategias de tratamiento».

«Sin embargo, este estudio tiene algunas limitaciones», añadió Tong.

«Todos los experimentos se realizaron in vitro, por lo que es posible que los resultados no reflejen plenamente la complejidad del comportamiento de los tumores en organismos vivos. No incluimos modelos in vivo ni datos farmacocinéticos, que son cruciales para determinar si el CBD/THC puede utilizarse de forma segura y eficaz en la práctica clínica. Por último, las cuestiones normativas y legales relacionadas con la terapia con cannabinoides también pueden afectar a la futura investigación traslacional. Aunque los resultados son alentadores, se necesitan más estudios antes de que estos hallazgos puedan aplicarse al tratamiento de pacientes».

Fuente: Frontiers