Una nueva investigación revela que el ácido L-aspártico, un aminoácido común que se encuentra en el plasma sanguíneo, puede desempeñar un papel fundamental en la predicción del riesgo de cáncer gástrico y en la eficacia de las intervenciones preventivas.
Al combinar el perfil metabolómico con el análisis genético de grandes poblaciones, los científicos descubrieron que los niveles elevados de ácido L-aspártico están relacionados con un mayor riesgo de cáncer de estómago.
Más sorprendente aún, el metabolito parece influir en la respuesta de las personas al tratamiento contra la Helicobacter pylori y a los suplementos de ajo, dos estrategias importantes para la prevención del cáncer de estómago.
Estos hallazgos sugieren que la medición de los niveles de ácido L-aspártico podría ayudar a adaptar las medidas de prevención del cáncer, acercando la gestión personalizada del riesgo a la realidad.
El cáncer gástrico sigue siendo una de las principales causas de muerte por cáncer en todo el mundo, en parte debido al diagnóstico en fases avanzadas y a la compleja red de factores de riesgo genéticos, ambientales y microbianos.
Aunque la infección por H. pylori es un factor desencadenante conocido, su erradicación por sí sola no puede explicar completamente la variabilidad individual en los resultados del cáncer.
En los últimos años, los científicos han centrado su atención en las firmas metabólicas —huellas químicas que dejan los procesos celulares del organismo— como posibles marcadores del riesgo de enfermedad.
Sin embargo, la mayoría de los estudios metabolómicos se basan en datos observacionales, lo que limita su capacidad para demostrar la causa y el efecto.
Debido a estos retos, existe una necesidad apremiante de identificar biomarcadores causales que puedan tanto señalar el riesgo de cáncer como informar sobre estrategias de prevención personalizadas.
Investigadores del Hospital e Instituto Oncológico de la Universidad de Pekín han publicado un artículo en Cancer Biology & Medicine que relaciona los niveles plasmáticos de ácido L-aspártico con el desarrollo y la prevención del cáncer gástrico.
Mediante la integración de datos metabolómicos en múltiples etapas, la aleatorización mendeliana y los resultados de ensayos de intervención a largo plazo, el equipo investigó cómo este metabolito no solo predice el riesgo de cáncer, sino que también altera el impacto de los tratamientos preventivos.
Sus hallazgos se basan en datos de poblaciones chinas de alto riesgo y cohortes europeas, lo que proporciona pruebas sólidas de que el ácido L-aspártico es un biomarcador con doble finalidad para la detección del cáncer de estómago y la orientación de la intervención.
La investigación comenzó con un estudio metabolómico de casos y controles en el condado de Linqu, China, una región con altas tasas de cáncer gástrico, donde se identificaron 14 metabolitos relacionados con el riesgo de cáncer.
Entre ellos, destacó el ácido L-aspártico.
Utilizando instrumentos genéticos, los investigadores descubrieron que las personas con niveles genéticamente predispuestos más altos de este aminoácido tenían un riesgo significativamente mayor de desarrollar cáncer gástrico en dos grandes cohortes chinas, así como un riesgo elevado de adenocarcinoma gástrico en poblaciones europeas.
Pero la historia no terminó ahí.
El equipo dio un paso más allá y exploró cómo los niveles de ácido L-aspártico afectaban al éxito de las estrategias de prevención establecidas.
En un ensayo aleatorio de 27 años, los beneficios de la erradicación de H. pylori solo se observaron en personas con niveles elevados de ácido L-aspártico, mientras que los suplementos de ajo solo resultaron eficaces en aquellas con niveles bajos.
No se encontró ninguna interacción de este tipo con el uso de vitaminas.
Estos hallazgos sugieren que el ácido L-aspártico no solo indica el riesgo de cáncer, sino que también regula la respuesta del organismo a las medidas preventivas, lo que ofrece una vía prometedora para la prevención específica.
La integración de la metabolómica y las herramientas genéticas permitió a los investigadores ir más allá de la correlación para sugerir una causalidad, abriendo una nueva frontera en la predicción del riesgo de cáncer.
«Nuestros hallazgos sugieren que el ácido L-aspártico en plasma no es solo un marcador pasivo, sino un agente activo en el desarrollo y la prevención del cáncer gástrico», afirmó el Dr. Wenqing Li, autor principal del estudio.
«Este aminoácido podría ayudar a los médicos a identificar a las personas con mayor riesgo y determinar qué pacientes son más propensos a beneficiarse de intervenciones específicas, como el tratamiento contra la H. pylori o los suplementos de ajo. La era de la prevención «única para todos» está llegando a su fin: ahora estamos entrando en una fase de prevención de precisión impulsada por la biología».
Las implicaciones de este estudio son de gran alcance.
Al incorporar el perfil de ácido L-aspártico en plasma a los programas de cribado, los sistemas sanitarios podrían identificar con mayor precisión a las personas de alto riesgo y asignar los recursos preventivos de forma más eficaz, aunque es necesario realizar más validaciones antes de su aplicación clínica.
Por ejemplo, las personas con niveles elevados podrían tener prioridad para recibir tratamiento de erradicación de H. pylori, mientras que otras podrían beneficiarse más de enfoques dietéticos.
Más allá de la salud pública, estos conocimientos allanan el camino para terapias específicas centradas en el metabolismo del aspartato, un factor conocido en la proliferación de las células tumorales.
El estudio sienta las bases para futuras investigaciones sobre estrategias de prevención del cáncer guiadas por metabolitos, ofreciendo un enfoque personalizado y basado en la biología para reducir la carga del cáncer gástrico a nivel mundial.
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