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Los adultos que han sobrevivido al cáncer infantil corren un mayor riesgo de padecer COVID-19 grave.

7 Jul 2025
Los adultos que han sobrevivido al cáncer infantil corren un mayor riesgo de padecer COVID-19 grave.

Las personas que han sobrevivido al cáncer durante la infancia corren un mayor riesgo de desarrollar COVID-19 grave, incluso décadas después de su diagnóstico.

Así lo demuestra un nuevo estudio del Instituto Karolinska publicado en la revista The Lancet Regional Health – Europe.

Gracias a los avances médicos, cada vez más niños sobreviven al cáncer.

Sin embargo, incluso mucho tiempo después de finalizar el tratamiento, pueden persistir riesgos para la salud.

En un nuevo estudio de registro, los investigadores analizaron cómo la pandemia de COVID-19 afectó a los adultos que habían sobrevivido al cáncer infantil en Suecia y Dinamarca.

El estudio incluyó a más de 13 000 personas que habían sido diagnosticadas con cáncer antes de los 20 años y que tenían al menos 20 años cuando comenzó la pandemia.

Se les comparó con sus hermanos y con personas seleccionadas al azar de la población del mismo sexo y año de nacimiento.

Los resultados muestran que los supervivientes de cáncer infantil tenían un menor riesgo de contraer la COVID-19, pero eran un 58 % más propensos a desarrollar una enfermedad grave si se infectaban.

La COVID-19 grave se definió como la hospitalización del paciente, la necesidad de cuidados intensivos o la muerte relacionada con la infección.

«Es importante comprender que, aunque estas personas no se infectaban con más frecuencia, las consecuencias eran más graves cuando enfermaban», afirma Javier Louro, investigador postdoctoral del Instituto de Medicina Ambiental del Karolinska Institutet y primer autor del estudio.

Las diferencias en el riesgo fueron especialmente evidentes durante los periodos de alta transmisión, como cuando se propagaron rápidamente nuevas variantes del virus, como la alfa y la ómicron.

En Suecia, donde la gestión de la pandemia se basó más en recomendaciones que en restricciones, el aumento del riesgo fue mayor que en Dinamarca, que introdujo medidas tempranas y estrictas.

«Nuestros resultados sugieren que los supervivientes de cáncer infantil deben considerarse un grupo de riesgo en futuras pandemias u otras crisis sanitarias. Esto podría implicar darles prioridad para la vacunación u ofrecerles protección especial durante los periodos de alta transmisión», afirma Javier Louro.

Fuente: Karolinska Institutet