Las personas que viven con el VIH tienen menos probabilidades de recibir un tratamiento contra el cáncer que podría salvarles la vida si viven en comunidades con niveles de ingresos y de educación más bajos, según un nuevo estudio nacional dirigido por investigadores del Moffitt Cancer Centre.
En el estudio, publicado en Cancer, los investigadores analizaron los registros de tratamiento contra el cáncer de más de 31 000 adultos con VIH a los que se les diagnosticó uno de los 14 tipos de cáncer más comunes entre 2004 y 2020.
Descubrieron que el 16,5 % de ellos no recibió el tratamiento curativo de primera línea recomendado para su cáncer.
Esta diferencia en la atención estaba estrechamente relacionada con el lugar donde vivían los pacientes.
«Nuestros hallazgos muestran que el lugar donde vive una persona, concretamente el nivel de ingresos y de educación de su comunidad, puede desempeñar un papel fundamental a la hora de recibir la atención oncológica que necesita», afirmó Jessica Islam, doctora, autora principal del estudio y miembro adjunta del Programa de Epidemiología del Cáncer del Moffitt.
«No se trata solo del acceso a las instalaciones sanitarias. Se trata de las estructuras sociales y económicas más amplias que determinan los resultados en materia de salud. Es fundamental crear intervenciones que aborden estos factores para cerrar la brecha en la atención oncológica de las personas con VIH».
Los pacientes con VIH que vivían en códigos postales con los niveles de educación más bajos tenían un 27 % menos de probabilidades de recibir tratamiento curativo contra el cáncer en comparación con los que vivían en las zonas con mayor nivel educativo.
Del mismo modo, los que vivían en las comunidades con ingresos más bajos también tenían un 27 % menos de probabilidades de recibir tratamiento, incluso después de tener en cuenta la edad, el sexo, el tipo de cáncer, el estadio en el momento del diagnóstico y el centro de tratamiento.
La mayoría de los pacientes del estudio eran hombres (68 %), tenían 60 años o más (43 %) y procedían del sur de Estados Unidos (39 %).
Los cánceres más diagnosticados fueron el de pulmón, el linfoma, el colorrectal y el de próstata.
«Estas disparidades sugieren que los factores estructurales, y no solo la salud individual o la complejidad médica, pueden estar impulsando las desigualdades en la atención oncológica de las personas con VIH», afirmó Amir Alishahi Tabriz, doctor en Medicina y coautor del estudio, así como miembro adjunto del Programa de Resultados y Comportamientos en Salud de Moffitt.
«Debemos garantizar que todos los pacientes, independientemente de su código postal, tengan el mismo acceso a tratamientos oncológicos que salvan vidas».
El estudio destaca la necesidad de políticas e intervenciones a nivel comunitario que aborden los factores sociales de la salud, como el acceso a la educación y las oportunidades económicas, para garantizar una atención oncológica equitativa para todos los pacientes, independientemente de su estado serológico respecto al VIH.
Este estudio ha sido financiado por la Sociedad Americana contra el Cáncer (IRG-21-145-25).