Los primeros resultados de un pequeño ensayo clínico aportan pruebas de que un nuevo enfoque de inmunoterapia celular puede ser eficaz en el tratamiento de tumores sólidos metastásicos.
En el ensayo, investigadores de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) modificaron genéticamente glóbulos blancos normales, conocidos como linfocitos, de cada paciente para que produjeran receptores que reconocieran y atacaran a sus células cancerosas específicas.
Estos resultados iniciales proceden de personas con cáncer colorrectal metastásico que ya se habían sometido a múltiples tratamientos anteriores.
La inmunoterapia personalizada redujo los tumores en varios pacientes y fue capaz de impedir que los tumores volvieran a crecer hasta siete meses.
Los hallazgos se publicaron el 11 de julio de 2024 en Nature Medicine.
Una forma de inmunoterapia celular, la terapia con células T receptoras de antígenos quiméricos (CAR), ya ha demostrado su eficacia contra algunos cánceres de la sangre, y otra, denominada terapia con linfocitos infiltrantes de tumores (TIL), ha demostrado su eficacia contra el melanoma metastásico.
Sin embargo, hasta la fecha, una terapia celular que sea eficaz contra cualquier otro cáncer sólido ha sido esquiva, según el Dr. Steven A. Rosenberg, del Centro de Investigación del Cáncer (CCR) del NCI, que codirigió el estudio con la Dra. Maria Parkhurst, de la rama de cirugía del CCR.
«El hecho de que podamos tomar un cáncer sólido metastásico en crecimiento y conseguir que retroceda demuestra que el nuevo enfoque de inmunoterapia celular es prometedor», afirmó el Dr. Rosenberg. «Sin embargo, es importante comprender que estos hallazgos son preliminares y que el enfoque debe perfeccionarse y probarse en más tipos de cánceres sólidos».
El nuevo enfoque supera dos retos de la inmunoterapia celular: cómo producir grandes cantidades de células T capaces de reconocer específicamente las células cancerosas y cómo potenciar la capacidad de las células T modificadas para multiplicarse una vez devueltas al paciente.
Para cada paciente del estudio, el Dr. Rosenberg y sus colegas recogieron linfocitos presentes en los tumores del paciente.
A continuación, utilizaron sofisticadas técnicas de caracterización molecular para identificar y aislar receptores en esos linfocitos, denominados receptores de células T, que reconocían cambios específicos en el tumor de cada paciente.
Tras secuenciar genéticamente esos receptores, utilizaron un retrovirus para insertar los genes del receptor en linfocitos normales recogidos de la sangre circulante de cada paciente.
A continuación, los linfocitos modificados genéticamente se multiplicaron por cientos de millones en el laboratorio y se infundieron de nuevo a los pacientes, donde expresaron los receptores de células T específicos del tumor y siguieron multiplicándose.
«Tomando los receptores naturales de las células T que están presentes en un número muy pequeño de células e introduciéndolos en linfocitos normales de los que tenemos un número enorme -un millón en cada dedal de sangre- podemos generar tantas células que combatan el cáncer como queramos», explicó el Dr. Rosenberg.
Como parte de un ensayo de fase 2 más amplio, siete pacientes con cáncer de colon metastásico fueron tratados con la inmunoterapia celular personalizada experimental.
Los siete recibieron varias dosis del fármaco de inmunoterapia pembrolizumab antes de la terapia celular y otro fármaco de inmunoterapia llamado IL-2 después.
Tres pacientes experimentaron una reducción sustancial de los tumores metastásicos en el hígado, el pulmón y los ganglios linfáticos que duró entre cuatro y siete meses.
La mediana del tiempo transcurrido hasta la progresión de la enfermedad fue de 4,6 meses.
El Dr. Rosenberg señaló que, de los tres pacientes que respondieron al tratamiento, dos habían recibido receptores de células T derivados de células T citotóxicas, que son las principales responsables de eliminar las células enfermas.
El Dr. Rosenberg dijo que su equipo de investigación está explorando la forma de colocar los receptores de células T en subtipos de linfocitos normales para mejorar su reactividad.
El cáncer de colon es sólo uno de los muchos tumores sólidos que están estudiando los investigadores.
El ensayo sigue en curso e incluye a pacientes con distintos tipos de cánceres sólidos.
«Es sólo el principio de la conversión de linfocitos normales en células capaces de tratar los cánceres sólidos más comunes», afirmó el Dr. Rosenberg. "Lo que demuestra este estudio es que es posible. Una vez que se sabe que es posible, se trabaja para mejorarlo».
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