Una dieta rica en grasas aumenta la incidencia del cáncer colorrectal, según un estudio publicado en Cell Stem Cell.
Semir Beyaz, miembro del Laboratorio de Cold Spring Harbor, y sus colaboradores de la Facultad de Medicina de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts han descubierto que, en los ratones, la grasa interrumpe la relación entre las células intestinales y las células inmunitarias que las patrullan en busca de tumores emergentes.
Reconfigurar el microbioma intestinal podría ser una forma de sanar la relación.
El sistema inmunitario patrulla los tejidos en busca de amenazas y las elimina.
Ciertas células inmunitarias buscan etiquetas que distingan entre células normales y anormales. Una de ellas, denominada MHC-II, ayuda a localizar las células para su destrucción.
El MHC-II de la superficie de la célula activa el sistema inmunitario para que destruya esa célula, tanto si sólo está desgastada como si está a punto de convertirse en cancerosa.
Beyaz y sus colegas descubrieron que cuando los ratones comían dietas altas en grasa, los niveles de MHC-II se suprimían en las células intestinales.
Las células con niveles reducidos de estas etiquetas no eran reconocidas como anormales y, por tanto, podían convertirse en tumores.
Charlie Chung, estudiante de posgrado de la Universidad Stony Brook que trabaja en el laboratorio de Beyaz, afirma: "Si alteramos el nivel de estas moléculas de reconocimiento inmunitario de forma positiva, es más probable que el tumor sea reconocido por la célula inmunitaria. Esperamos que esto pueda combinarse con las estrategias existentes, como la inmunoterapia, para erradicar los tumores."
Los investigadores descubrieron que una dieta rica en grasas cambiaba el microbioma intestinal del ratón (la mezcla de microbios en el intestino).
Varias bacterias, entre ellas las llamadas Helicobacter, aumentan el MHC-II, que puede ayudar a las células inmunitarias a localizar las células anormales.
El equipo realizó un experimento de "compañeros de habitación sucios" en el que ratones sin estas bacterias se alojaron con otros que sí las tenían.
Los ratones "limpios" se infectaron con la bacteria Helicobacter y produjeron más cantidad de la etiqueta MHC-II.
Los hallazgos de los científicos sugieren una nueva forma de potenciar los actuales tratamientos de inmunoterapia contra el cáncer.
Aumentar la producción de esta etiqueta MHC-II, ya sea mediante la dieta, los fármacos o cambiando los microbios del cuerpo, puede ayudar al sistema inmunitario a reconocer y eliminar las células cancerosas. Dice Beyaz:
"Esta interacción entre la dieta, los microbios y el reconocimiento inmunitario tiene el potencial de ayudarnos a explicar cómo los factores del estilo de vida pueden contribuir al inicio, la progresión o la respuesta a la terapia del tumor".
Las células cancerosas utilizan muchos trucos para evitar ser reconocidas como anormales por el sistema inmunitario, pero Beyaz espera haber encontrado varias formas de burlarlas.
Fuente: Cold Spring Harbor Laboratory