El cáncer es una tremenda amenaza para la vida humana, y la metástasis del cáncer es la principal causa de mortalidad en los pacientes con cáncer.
Las células tumorales circulantes (CTC) son uno de los biomarcadores clínicos de la metástasis del cáncer.
Los métodos actuales in vitro para detectar CTCs en muestras de sangre se basan en la suposición de que la distribución de CTCs en la sangre periférica no cambia significativamente con el tiempo; sin embargo, la corrección de este método está siendo cuestionada por estudios recientes.
Dado que no es práctico extraer sangre de los pacientes o de los animales de experimentación de forma continua, para investigar la oscilación diaria del recuento de CTC, el método ideal es monitorizar las CTC in vivo durante un largo periodo de tiempo.
En un nuevo artículo publicado en Light Science & Application, un equipo de científicos, dirigido por el profesor Xunbin Wei, del Instituto de Investigación Med-X y de la Escuela de Ingeniería Biomédica de la Universidad Jiao Tong de Shanghai (China), y del Departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad de Pekín, y sus colaboradores, han desarrollado un método óptico no invasivo para controlar las CTC en modelos de tumores de xenoinjerto.
El sistema óptico que han desarrollado se denomina "citometría de flujo in vivo" (IVFC), que es diferente de la citometría de flujo "in vitro" convencional, que sólo puede detectar células marcadas con fluorescencia in vitro. En la IVFC, el láser se ajustó para enfocar a través de la microarteria de la oreja del ratón experimental.
Cuando una CTC marcada con fluorescencia atravesaba la lámina de luz, la fluorescencia salía y era detectada por un tubo fotomultiplicador (PMT). La importancia de esta construcción óptica permite detectar las CTC en la circulación sanguínea de forma no invasiva, repetida y continua.
"Nuestra técnica IVFC es diferente de los actuales métodos clínicos o de laboratorio utilizados para la detección de CTC.
No es necesario extraer sangre para el funcionamiento del sistema. Dado que el entorno biológico no se ve dañado por la extracción de sangre repetida, nos permite monitorizar las CTC durante un largo periodo de tiempo de forma periódica y no invasiva". dijeron.
Con esta técnica, monitorizaron las CTC que expresan GFP en un modelo de ratón ortotópico de cáncer de próstata durante un periodo de 24 horas en diferentes etapas de la progresión del cáncer.
Para los recuentos de CTC, observaron llamativas oscilaciones diarias al inicio de la noche, que es la fase activa para los roedores.
Se utilizó la IVFC para detectar las CTC en los días 6, 12, 18 y 24 en tiempo real, y el resultado indicó que aparecía una actividad de estallido evidente en la fase temprana de la circulación metastásica. Sugirió que la probabilidad de la actividad de estallido era mayor en las etapas tempranas que en las tardías.
"Los hallazgos pueden ampliar nuestra comprensión de la relación entre las CTC y el marco temporal. Las CTC no se distribuyen uniformemente en la sangre durante todo el día. Son diferentes durante el día y la noche. Esto indica que el ritmo circadiano podría regular la liberación de CTC.
Este factor debería tenerse en cuenta para la detección clínica de CTC".
"Los CTC parecen ser más complicados de lo que la gente esperaba.
Este estudio nos muestra un posible factor que afecta a la detección clínica de CTC. Sería muy importante saber si las CTC cambian y estallan a lo largo del día y la noche, y así mejorar la comprensión de su regularidad de distribución.
Con la técnica de IVFC, no es necesario extraer muestras de sangre en diferentes momentos, ya que los procedimientos repetitivos podrían provocar la alteración del entorno biológico. No cabe duda de que cada vez tenemos más conocimientos sobre las CTC y la metástasis del cáncer.
La detección de las CTC es cada vez más precisa". señalan los biólogos y los clínicos.
Fuente: Light Publishing Center, Changchun Institute of Optics, Fine Mechanics and Physics, CAS