El cáncer es una de las principales causas de mortalidad en los pacientes con enfermedades mentales. Aunque las personas con enfermedades mentales son igual de vulnerables al cáncer que la población general, tienen un riesgo mucho mayor de mortalidad relacionada con el cáncer.

Debido a la falta de detección precoz en la mayoría de los casos, estos pacientes suelen ser diagnosticados cuando el cáncer ha avanzado mucho, lo que limita sus opciones de tratamiento y su pronóstico.

La esquizofrenia es una de esas enfermedades mentales en las que el pensamiento racional y coherente de los individuos afectados suele verse afectado negativamente. Esto tiene implicaciones para el diagnóstico preciso de la enfermedad en estos individuos, incluido el cáncer.

De hecho, la evidencia sobre el cribado del cáncer en pacientes con esquizofrenia es escasa, con disparidades entre los distintos tipos de cáncer. Por tanto, es imperativo desarrollar programas que animen a estos pacientes a someterse a un cribado temprano del cáncer.

Para ello, en un estudio pionero, investigadores de la Universidad de Okayama (Japón) han realizado un ensayo aleatorio para evaluar los beneficios de las intervenciones de cribado precoz del cáncer en pacientes con esquizofrenia.

En su estudio, publicado en Acta Psychiatrica Scandinavica, el científico principal, el profesor adjunto Masaki Fujiwara, afirma: "Aunque los ayuntamientos se han acercado a las poblaciones para que participen en el cribado del cáncer, las tasas de mortalidad siguen siendo altas entre las personas con enfermedades mentales graves.

Por ello, desarrollamos un enfoque de gestión de casos, con especial atención al cribado del cáncer colorrectal, para pacientes con esquizofrenia en clínicas psiquiátricas ambulatorias."

Ciento setenta y dos pacientes con esquizofrenia de dos hospitales psiquiátricos de Japón fueron asignados aleatoriamente a recibir asistencia para el cribado del cáncer, además de su tratamiento habitual, o sólo este último.

Se reclutó un equipo de gestión de casos entre el personal del hospital para informar y ayudar a los pacientes en el procedimiento de cribado del cáncer colorrectal (CCR). El resultado primario se evaluó como la participación en el cribado del cáncer colorrectal mediante una prueba de sangre oculta en heces, mientras que los resultados secundarios incluían el cribado de otros cánceres, como el de mama, el gástrico, el de pulmón y el de cuello de útero.

Se llevaron a cabo tres sesiones de asesoramiento para el grupo que recibió asistencia para el cribado del cáncer. Se informó a los pacientes sobre la importancia del cribado precoz del cáncer, se les ayudó a concertar una cita y se les ayudó a recurrir al cribado gratuito cuando fue necesario. Los gestores de casos también ayudaron a los pacientes a resolver los problemas que tuvieron durante el proceso a través de sesiones de asesoramiento telefónico de seguimiento.

En particular, el 47,1% de los pacientes del grupo asesorado se sometió a un cribado de CRC, en comparación con el 11,8% de los pacientes que sólo recibieron el tratamiento habitual. Una proporción significativamente mayor de los pacientes asesorados también se sometió al cribado de otros cánceres, en comparación con el grupo de tratamiento habitual.

Estos resultados sugieren que los pacientes con esquizofrenia pueden participar en el cribado del cáncer en la misma medida que la población general, aunque con cierta ayuda. La implantación de estos servicios de apoyo en los centros psiquiátricos puede contribuir a mejorar la concienciación y la participación en el cribado precoz del cáncer entre los pacientes con enfermedades mentales.

Además, un proceso de seguimiento exhaustivo puede garantizar que se anime a los pacientes con sospecha de cáncer en el cribado primario a someterse a una colonoscopia y a buscar tratamiento adicional si es necesario. Los esfuerzos en este sentido pueden ayudar a disminuir la mortalidad relacionada con el cáncer y mejorar los resultados de los pacientes en dichas poblaciones.

"La difusión de esta intervención en la práctica clínica habitual puede ayudar a reducir la brecha entre la detección precoz del cáncer y la mortalidad entre las personas con esquizofrenia y la población general", concluye el Dr. Fujiwara.

Se trata, en efecto, de un paso positivo para garantizar la prestación de asistencia sanitaria por igual entre los miembros de una población, independientemente de las condiciones de salud mental.

Fuente: Universidad de Okayama