El sistema inmunitario del organismo puede reconocer y atacar las células cancerosas, pero cuando éstas son capaces de superar este ataque, se desarrollan tumores malignos en los pacientes. Una nueva investigación dirigida por investigadores del Hospital General de Massachusetts (MGH) descubre algunos de los factores clave que son necesarios para la supervivencia de las células inmunitarias en la batalla contra el cáncer. Los hallazgos, publicados en Cell, apuntan a posibles objetivos terapéuticos para inclinar la balanza de modo que el sistema inmunitario pueda derrotar eficazmente a los cánceres agresivos.
Los linfocitos T citotóxicos (LTc) son las células que reconocen y destruyen las células cancerosas, y se activan primero en los ganglios linfáticos que drenan el tumor. Desde allí, entran en el torrente sanguíneo para llegar a los tumores y combatir las células malignas. Sin embargo, los tumores son entornos muy hostiles para los LTc. Cuando los investigadores utilizaron técnicas de imagen para examinar lo que ocurre allí, descubrieron que para sobrevivir en los tumores, los LTc deben pasar tiempo en regiones adyacentes a los vasos sanguíneos del tejido que rodea a las células cancerosas.
"Dentro de estos nichos, son capaces de interactuar con una población altamente activada de las llamadas células dendríticas que proporcionan señales de supervivencia de las que dependen los LTc", explica el autor principal Thorsten Mempel, MD, PhD, director asociado del Centro de Inmunología y Enfermedades Inflamatorias en MGH y profesor de medicina en la Escuela de Medicina de Harvard. "Tales señales, incluida la citocina IL-15, permiten a los LTc sobrevivir el tiempo suficiente para eliminar eficazmente las células cancerosas y, en condiciones ideales, rechazar los tumores por completo".
Mempel y sus colegas también se preguntaron cómo los LTc encuentran su camino hacia estos nichos de supervivencia. Sospecharon que las quimiocinas, que son factores de orientación quimiotáctica que dirigen la migración de las células inmunitarias y las ayudan a encontrarse dentro de los tejidos, desempeñan un papel importante. "Descubrimos que una quimiocina llamada CXCL16 se expresa en gran medida en las células dendríticas activadas que ocupan los nichos asociados a los vasos sanguíneos, y que el receptor de esta quimiocina, llamado CXCR6, ayuda a los LTc a acumularse en los nichos y, por tanto, es fundamental para su supervivencia en los tumores", afirma el autor principal, el doctor Mauro Di Pilato, profesor adjunto del Departamento de Inmunología del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas.
Este conocimiento detallado podría ayudar a los científicos a desarrollar inmunoterapias más eficaces para los pacientes con cáncer. En estudios paralelos, uno de los grupos de investigación implicados ya ha modificado los LTc para que expresen más CXCR6. Esta alteración aumentó la capacidad de las células para controlar el crecimiento del tumor en modelos animales de cáncer.
Referencia: Massachusetts General Hospital
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