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Un "freno" natural contra el neuroblastoma maligno

16 Mar 2021
Un "freno" natural contra el neuroblastoma maligno

¿Un factor que convierte los tumores malignos en benignos? - Eso es exactamente lo que han descubierto los científicos del Instituto de Investigación del Cáncer Infantil Santa Ana.

Junto con sus colegas de la Universidad Médica de Viena y la Universidad de Viena (Facultad de Química), estudiaron los tumores del sistema nervioso periférico en niños, concretamente los neuroblastomas.

Los científicos descubrieron que el crecimiento incontrolado de los neuroblastomas benignos se detiene gracias a una molécula de señalización producida por las células de Schwann presentes en estos tumores.

Este "freno" natural también funciona en los cultivos de neuroblastomas malignos. El estudio, publicado en la revista Nature Communications, describe por primera vez la función de esta molécula señal, no sólo en los tumores, sino también en las fibras nerviosas lesionadas.

Lo que a primera vista parece contradictorio, es decir, disparar un tumor con un factor de crecimiento, tiene sentido en el neuroblastoma.

El neuroblastoma es un tumor del sistema nervioso periférico y el cáncer sólido más frecuente en la primera infancia. A diferencia de los neuroblastomas malignos, los neuroblastomas benignos contienen, junto a las células tumorales, muchas "células de Schwann".

Estas células normalmente protegen y reparan las células nerviosas. Los resultados del estudio ahora publicado indican que las células de Schwann del neuroblastoma estimulan la maduración de las células tumorales, deteniendo así su crecimiento incontrolado.

Una célula que detiene el crecimiento del tumor...

Para conseguirlo, las células de Schwann producen, entre otros factores, una molécula de señalización llamada factor de crecimiento epidérmico como 8 (EGFL8).

El equipo de investigación demuestra que el EGFL8 estimula la diferenciación, o maduración, de las células del neuroblastoma.

"Hasta hace poco, sólo sabíamos que esta proteína existía, pero no se conocía su función. Ahora sabemos por primera vez dónde se produce EGFL8 y cómo actúa", explica la autora del estudio, Sabine Taschner-Mandl, doctora y jefa del Grupo de Biología Tumoral del Instituto de Investigación Oncológica Infantil St.

Además, los resultados del estudio demuestran que los niveles elevados de EGFL8 se asocian a mejores tasas de supervivencia en los pacientes de neuroblastoma.

"En cultivos celulares, hemos demostrado que las células de Schwann, así como sus moléculas de señalización secretadas, ejercen efectos antitumorales, incluso en las células de neuroblastoma agresivas. Así, somos capaces de aprovechar un proceso que se da de forma natural en los neuroblastomas benignos para detener los malignos". explican Sabine Taschner-Mandl y su colega Tamara Weiss, doctora de la Universidad Médica de Viena.

Además de la EGFL8, otras moléculas de las células de Schwann, aún no caracterizadas, podrían ser también dianas para terapias contra el cáncer en el futuro.

Sin embargo, los efectos de las células de Schwann son presumiblemente mucho más amplios: el equipo de investigación está estudiando actualmente cómo las células de Schwann manipulan las células inmunitarias de su entorno.

...y favorecen la curación de las fibras nerviosas lesionadas

El presente estudio aporta otro hallazgo significativo: Las células de Schwann de los neuroblastomas benignos tienen un estado celular similar al de las células de Schwann que favorecen la curación de los nervios periféricos lesionados.

La comparación directa reveló que las células de Schwann del tumor expresan ciertos genes asociados a la reparación y muestran funciones de reparación específicas. "Es sorprendente que hayamos descubierto una molécula de señalización que desempeña un papel tanto en el desarrollo tumoral de los neuroblastomas benignos como en la regeneración de los nervios lesionados. Dado que EGFL8 estimula la formación de extensiones de células nerviosas, podría ser de gran importancia para el tratamiento de fibras nerviosas lesionadas", afirma Tamara Weiss.

Aplicación prospectiva en tumores agresivos

Es concebible que EGFL8 y otros factores producidos por las células de Schwann puedan aplicarse en el tratamiento de lesiones nerviosas, así como en el neuroblastoma agresivo.

"Utilizando la fosfoproteómica, pudimos descifrar qué vías de señalización son activadas por EGFL8 en las células de neuroblastoma. Hay diferencias importantes en comparación con las células que no han sido estimuladas con EGFL8", afirma Sabine Taschner-Mandl.

Además de EGFL8, estas vías de señalización descendentes también representan objetivos potenciales para futuros tratamientos.

"Todavía queda mucho camino por recorrer antes de que estos hallazgos lleguen al paciente. Pero ahora hemos sentado las bases para dar los siguientes pasos".

Fuente: St. Anna Children's Cancer Research Institute