Un equipo de investigación dirigido por la Universidad Baptista de Hong Kong (HKBU) ha desarrollado un nuevo fármaco que puede convertirse en un tratamiento de nueva generación para los cánceres asociados al virus de Epstein-Barr (VEB).
El fármaco vinculado a un péptido, que responde al entorno ácido de los tumores, es el primer agente conocido que se dirige con éxito a dos proteínas víricas producidas simultáneamente por el VEB.
Además, ofrece una nueva estrategia al aumentar la captación de fármacos anticancerígenos en las células tumorales, lo que permite aplicar dosis más bajas de fármacos, lo que ayuda a reducir los efectos secundarios del tratamiento y los riesgos para la salud.
Los resultados de la investigación se han publicado en la revista académica internacional Advanced Science.
El nuevo fármaco se dirige a dos proteínas víricas específicas del VEB
El VEB es uno de los virus más comunes en los seres humanos, habiendo infectado a más del 90% de la población humana en todo el mundo.
Se sabe que el virus desempeña un papel clave en varios tipos de cáncer, como el carcinoma nasofaríngeo (CNF), muy frecuente en Hong Kong y el sur de China.
Dirigido por el profesor Gary Wong Ka-Leung, catedrático y director del Departamento de Química de la HKBU, el Dr. Lung Hong Lok, profesor adjunto del Departamento de Química de la HKBU, y el Dr. Law Ga-lai, profesor asociado del Departamento de Biología Aplicada y Tecnología Química de la Universidad Politécnica de Hong Kong, el equipo de investigación construyó un nuevo fármaco con un péptido, es decir un componente de los bloques de construcción de varias proteínas, que puede dirigirse a dos proteínas virales específicas del VEB: la proteína de membrana latente 1 (LMP1) y el antígeno nuclear de Epstein-Barr 1 (EBNA1).
Se trata de las proteínas virales que se expresan en todas las células tumorales infectadas por el VEB, y ambas desempeñan un papel vital en el desarrollo y la progresión de los tumores asociados al VEB.
Aprovechando el éxito de los fármacos de primera generación desarrollados por el equipo de investigación en los últimos años, este nuevo fármaco de doble acción emplea los mecanismos de tratamiento de: (1) dirigirse y unirse a EBNA1, haciendo que deje de ser funcional, y (2) inhibir LMP1 y servir como agente de imagen.
Dado que LMP1 es más accesible a la orientación del fármaco debido a su presencia en la superficie de las células, la capacidad del nuevo fármaco para identificar selectivamente las células cancerosas infectadas por el VEB se ve ampliamente reforzada.
La sensibilidad al pH mejora la orientación del fármaco
Además, los investigadores diseñaron el fármaco para que tuviera una excelente sensibilidad a un entorno ácido.
Cuando el fármaco se une a una célula tumoral, su péptido se escinde y se libera en respuesta al microambiente tumoral ácido.
A continuación, entra en el núcleo de la célula tumoral y obstaculiza la función de EBNA1.
Dado que las células normales tienen un entorno neutro y las cancerosas suelen prevalecer en un entorno ácido, la excelente sensibilidad del nuevo fármaco a los entornos ácidos puede minimizar su tasa de desobediencia.
Como resultado, se puede reducir el daño involuntario a las células normales.
La combinación sinérgica de la sensibilidad al pH (en un entorno ácido) y la focalización específica de una proteína de superficie accesible (LMP1) aumentará drásticamente la eficacia del nuevo fármaco.
El aumento resultante de las tasas de absorción del fármaco permitirá la aplicación de una dosis menor del mismo y también minimizará los efectos secundarios y los riesgos para la salud, al tiempo que mantendrá las funciones del fármaco.
El estudio también demostró que el fármaco puede emitir señales fluorescentes de respuesta única una vez que se ha unido a las proteínas víricas, lo que ilustra su potencial papel en la obtención de imágenes de células tumorales.
Un modelo animal demuestra la eficacia y seguridad del fármaco
El nuevo fármaco se probó en un modelo animal inyectándolo en ratones con tumores de CNP positivos al VEB.
Los resultados mostraron que una dosis baja del fármaco, de 12,5 mg por kg de peso corporal, podía reducir a la mitad el tamaño del tumor del CNP.
Además, el peso corporal medio de los ratones aumentó ligeramente durante el periodo experimental, lo que indica una mejora de su estado de salud.
"Los resultados experimentales son buenos indicadores que demuestran la eficacia y seguridad del fármaco.
Dado que se trata del primer ejemplo de obtención de imágenes e inhibición simultánea de dos proteínas víricas del VEB, puede servir de modelo para un fármaco de próxima generación para el seguimiento y el tratamiento seguros de un cáncer específico", afirmó el profesor Wong.
Fuente: Hong Kong Baptist University