En un nuevo estudio, los investigadores de la Universidad de Uppsala han podido mostrar diferencias en la forma en que el Rituximab, un anticuerpo monoclonal, interactúa con la sangre de los individuos sanos en comparación con los pacientes con leucemia linfocítica crónica.
Esto ha despertado la esperanza de que este método de análisis pueda allanar el camino para importantes avances en la investigación y el tratamiento de la inmunoterapia.
La inmunoterapia, que utiliza el propio sistema inmunológico del cuerpo para combatir las células tumorales, es un área en la que se está avanzando rápidamente.
Muchos tratamientos nuevos están ayudando a aumentar las tasas de supervivencia de los pacientes con cáncer, pero todavía se necesitan herramientas más eficaces para predecir cómo afectarán estos medicamentos al sistema inmunológico de un individuo.
En un nuevo estudio de la Universidad de Uppsala, los investigadores compararon lo que sucede cuando los anticuerpos monoclonales de Rituximab interactúan con la sangre de personas sanas y de pacientes con la enfermedad que los anticuerpos monoclonales pretenden tratar.
Los resultados mostraron que los marcadores de activación inmunológica difieren entre los grupos, una observación que podría permitir nuevos avances científicos.
"El rituximab se utiliza para tratar una serie de enfermedades en las que las células B son malignas o crecen fuera de control.
El anticuerpo monoclonal se une a la proteína CD20 expresada en la célula B y atrae a las células asesinas naturales (NK), una parte del sistema inmunológico, al sitio que luego ayuda a matar a la célula B.
La acción del Rituximab es específica con pocos efectos secundarios, pero cuando se une a las células B también puede activar proteínas en nuestra sangre que señalan peligro.
Esto puede causar el Síndrome de Liberación de Citocinas (CSR) - normalmente con síntomas leves en forma de náuseas y fiebre, pero también puede llegar a ser mortal.
Esta imprevisibilidad es un gran desafío, pero los resultados de nuestro estudio muestran que nuestro método de análisis puede proporcionar información específica para el paciente y, por lo tanto, convertirse en una herramienta importante para todo el campo de la inmunoterapia si somos capaces de comprender la respuesta específica del individuo a una determinada terapia basada en anticuerpos", dice Sara Mangsbo del Departamento de Biociencias Farmacéuticas.
En su estudio, los investigadores utilizaron un modelo completo de sangre humana para analizar la respuesta inmunológica y la eficacia y toxicidad del tratamiento con Rituximab.
En los individuos sanos, sólo se observó una reducción del número de células B.
Sin embargo, en los pacientes con leucemia linfocítica crónica, se observó una reducción variable en el número de células B así como en la RSC, excepto en un paciente que no tenía células NK.
Los resultados aumentan nuestra comprensión de lo que sucede cuando Rituximab se encuentra con sangre de pacientes con leucemia linfática crónica.
"La inmunoterapia se utiliza cada vez con más frecuencia para tratar diversos tipos de cáncer, pero necesitamos mejores métodos para predecir el efecto y el riesgo de los efectos secundarios en los receptores individuales del tratamiento antes del inicio del mismo.
Herramientas de análisis como ésta tienen potencialmente un gran valor tanto para el sistema sanitario como para los pacientes", dice Mattias Mattsson, médico asesor de la Clínica de Hematología del Hospital Universitario de Uppsala y coautor del artículo.
El uso de un modelo de sangre entera humana significa que el análisis tiene en cuenta todas las células inmunes que circulan en la sangre, así como las numerosas proteínas y metabolitos presentes en el suero sanguíneo.
Así pues, el método añade una nueva dimensión a los resultados del análisis que hasta la fecha no ha sido captada de manera fiable por los métodos disponibles, que se basan en células purificadas o componentes séricos.
"La comprensión de los mecanismos y la resistencia asociados a los fármacos basados en anticuerpos monoclonales requiere instrumentos y métodos fisiológicamente pertinentes.
Aquí, en colaboración con la Universidad de Uppsala, hemos estudiado cómo se puede utilizar el bucle sanguíneo para el perfil inmunológico de la sangre y las drogas.
Los resultados muestran que hay una respuesta inmune específica de la enfermedad cuando la sangre y las drogas interactúan.
Esto indica que el bucle sanguíneo puede utilizarse para el tratamiento individual y los estudios preclínicos para identificar y comprender los riesgos de toxicidad de los candidatos a fármacos basados en anticuerpos monoclonales", dice Mark Cragg, coautor y profesor de investigación experimental sobre el cáncer en la Universidad de Southampton.
El método también supone un paso más para poder estudiar los anticuerpos monoclonales sin necesidad de realizar estudios en animales.
El estudio se basa en el trabajo anterior del grupo, que se llevó a cabo con el apoyo financiero de la financiación del Consejo de Investigación de Suecia para los proyectos 3R, que tienen por objeto sustituir, reducir y perfeccionar los experimentos con animales.
"Nuestros resultados muestran un claro camino a seguir.
Ahora se necesitan estudios más extensos en grupos de pacientes específicos para aumentar nuestra comprensión de cómo los sistemas inmunológicos individuales reaccionarán tanto al Rituximab como a otros anticuerpos monoclonales.
A largo plazo, esperamos llevar el método hasta los ensayos clínicos, así como al sistema sanitario, para poder dar una mejor respuesta a qué pacientes responderán bien a los tratamientos específicos de inmunoterapia", dice Sara Mangsbo.
Fuente: UPPSALA UNIVERSITY