Los resultados de la fase 3 del ensayo CheckMate 9ER han proporcionado una nueva opción de tratamiento de primera línea para los pacientes con cáncer renal metastásico.

Los resultados de última hora se presentan en la ESMO 2020.

El ensayo tomó dos drogas usadas como monoterapias en la segunda línea, nivolumab y cabozantinib, y las combinó para su uso como tratamiento de primera línea contra el estándar de cuidado, sunitinib.

La combinación fue superior al sunitinib en cuanto a la supervivencia sin progresión, la supervivencia general y la tasa de respuesta.

Hubo un beneficio consistente de la combinación sobre el sunitinib en numerosos subgrupos, entre ellos la edad, el sexo, la expresión de PD-L1, las metástasis óseas, el grupo de riesgo del Consorcio Internacional de Bases de Datos sobre Metástasis (IMDC) y la región del mundo.

Más del 50% de los pacientes del brazo de combinación necesitaron una reducción de la dosis de cabozantinib debido a eventos adversos.

Pero sólo el 3% tuvo que dejar de tomar ambos medicamentos debido a la toxicidad, en comparación con el 9% de los pacientes del brazo de sunitinib.

La tasa general de eventos adversos graves fue similar entre los brazos, pero la toxicidad hepática fue más común en el brazo de combinación.

En cuanto a los efectos secundarios relacionados con el sistema inmunológico, el 19% de los pacientes del brazo experimental necesitó corticoides; sólo el 4% necesitó corticoides durante 30 días o más.

Los hallazgos se suman a las crecientes pruebas que demuestran las ventajas de la terapia de combinación sobre los medicamentos individuales.

Similar al ensayo CheckMate 9ER, los ensayos KEYNOTE-426 y JAVELIN Renal 101 combinaron un inhibidor de puntos de control inmunológico con un fármaco antiangiogénico, mientras que el CheckMate 214 combinó dos inhibidores de puntos de control inmunológico.

Fuente: ESMO