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Cómo la pérdida de un solo gen alimenta el mortal cáncer cerebral infantil

14 Sep 2020
Cómo la pérdida de un solo gen alimenta el mortal cáncer cerebral infantil

Los tumores teratoides rabdoides atípicos (TTA) son una forma rara de cáncer cerebral de crecimiento rápido que suele afectar a niños de tres años o menos, aunque pueden presentarse en niños mayores y adultos.

Existen múltiples tratamientos, pero no hay un estándar definitivo de atención y la supervivencia a largo plazo es deficiente.

La causa del TCA está principalmente vinculada a la inactivación de un gen llamado SMARCB1, que forma parte de un complejo mayor que ayuda a regular la expresión de los genes y los procesos de desarrollo.

En un estudio publicado en línea en la revista Genes & Development, un equipo internacional de científicos, dirigido por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego y de la sucursal en San Diego del Instituto Ludwig de Investigación sobre el Cáncer, describe cómo la pérdida del gen afecta negativamente al desarrollo neuronal y promueve el crecimiento de los tumores.

"Investigaciones anteriores han establecido que, a diferencia de algunos cánceres, el ATRT está asociado predominantemente con la pérdida funcional de un solo gen, el SMARCB1, que conduce al desarrollo de un tumor a través de cambios en la forma en que se expresan los genes, en lugar del efecto combinado de múltiples mutaciones genéticas", dijo el autor principal Frank Furnari, PhD, profesor de patología y miembro de Ludwig San Diego.

"El ATRT es un cáncer muy mortal con muy pocas terapias efectivas, que se complican por los efectos negativos de la radiación en el desarrollo cognitivo del niño. Necesitamos terapias específicas y para crearlas, necesitamos entender mejor los mecanismos que conducen a la ATRT".

Dirigido por Furnari y la primera autora Alison Parisian, una estudiante graduada en el laboratorio de Funari, el equipo provocó la pérdida de SMARCB1 en las células madre pluripotentes inducidas por el hombre, y luego dirigió las CPIs para que se desarrollaran en neuronas u organoides cerebrales - complejos de diversas células nerviosas y glía que imitan aspectos funcionales del cerebro en desarrollo en miniatura.

Al hacerlo, identificaron una interacción entre la pérdida de SMARCB1 y la presión de diferenciación neuronal, que dio lugar tanto a una resistencia a la diferenciación final como a un defecto en el mantenimiento de la salud normal de las células que mostraba similitudes con los tumores de los pacientes.

"Con esta nueva información en la mano", dijo Parisian, "nuestro plan es usar nuestro modelo de ATRT y buscar objetivos terapéuticos que hagan que estos tumores se diferencien completamente y por lo tanto dejen de crecer, lo que podría ser una terapia efectiva en el futuro para el ATRT".

Fuente: Universidad de California - San Diego