El herpesvirus asociado al sarcoma de Kaposi (KSHV) es uno de los siete virus conocidos que causan cáncer en los seres humanos y es responsable del sarcoma de Kaposi, una enfermedad relacionada con la inmunosupresión asociada principalmente con el SIDA.
No existen terapias específicas para estos tumores, y el pronóstico puede ser muy pobre.
Ahora, un nuevo estudio dirigido por Pedro Simas, jefe de grupo del Instituto de Medicina Molecular João Lobo Antunes (iMM; Portugal) y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Lisboa (FMUL) y de la Universidad Católica Portuguesa (UCP) y Kenneth M. Kaye, profesor de la Facultad de Medicina de Harvard (HMS; EE.UU.), descubrió una región de la proteína viral LANA que es clave para la latencia viral y la infección persistente dentro de las células humanas.
Estos hallazgos, publicados hoy en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS), pueden utilizarse potencialmente para desarrollar una terapia para los tumores del KSHV, ya que se espera que el bloqueo de la función de esta región de LANA suprima la persistencia del virus, lo que eliminaría las células cancerosas.
El KSHV infecta las células humanas, principalmente los linfocitos (un tipo de glóbulos blancos), y a través de esta infección expresa sus propios genes en la célula, haciéndose cargo de sus mecanismos de crecimiento, lo que hace que crezca sin control, causando eventualmente cáncer, como el Sarcoma de Kaposi (KS) o un tipo de linfoma denominado linfoma de efusión primaria.
Por lo tanto, comprender cómo los virus modulan la función de la célula huésped es fundamental para las perspectivas de posibles terapias.
Para ello son fundamentales las proteínas virales expresadas durante la fase latente de la infección, que hacen que el virus persista en el interior de esas células y, entre ellas, el antígeno nuclear asociado a la latencia - LANA - es un coordinador central de la replicación y la persistencia de los genomas virales en el interior de las células huésped.
"Nuestro grupo de investigación estudia las funciones de esta proteína viral LANA durante muchos años. Ahora, hemos descubierto una región de LANA que es clave para que el virus persista. De particular interés, esta región de LANA interactúa preferentemente con una forma de una conocida proteína supresora de tumores llamada p53. El aspecto interesante de este descubrimiento es que esta región, un lector de dominio ácido, discierne la presencia de una modificación específica post-traducción, acetilación, un atributo adicional que las proteínas podrían adquirir mientras están siendo producidas por la célula", explica Pedro Simas, autor principal de este estudio.
Estas modificaciones determinan la estructura de una proteína y, por tanto, su función.
A través de una serie de experimentos genéticos y bioquímicos utilizando modelos de infección, los investigadores muestran ahora que la interacción de esta región "lectora" específica de LANA con la p53 no acetilada, o posiblemente con otras proteínas no acetiladas, puede permitir que el virus persista en las células tumorales.
El hallazgo de que el KSHV ha desarrollado un mecanismo para este tipo de interacción de proteínas subraya la importancia fisiológica de las modificaciones post-traduccionales en la regulación de las infecciones de persistencia", explica Pedro Simas.
"Estos hallazgos podrían utilizarse potencialmente para desarrollar una terapia de los tumores del KSHV, ya que se espera que el bloqueo de la función de esta región LANA suprima la persistencia del virus, lo que mataría a las células cancerosas", añade el autor principal Kenneth M. Kaye.
Fuente: iMM