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La dieta y los microbios intestinales afectan los resultados del tratamiento del cáncer.

9 Jun 2020
La dieta y los microbios intestinales afectan los resultados del tratamiento del cáncer.

Lo que comemos puede afectar el resultado de la quimioterapia y probablemente muchos otros tratamientos médicos debido a los efectos de onda expansiva que comienzan en nuestro intestino, según sugiere una nueva investigación publicada en "Nature Communications".

Los científicos de la Universidad de Virginia descubrieron que la dieta puede hacer que los microbios del intestino desencadenan cambios en la respuesta del huésped a un medicamento de quimioterapia.

Los investigadores hallaron que los componentes comunes de nuestra dieta diaria (por ejemplo, los aminoácidos) podrían aumentar o disminuir tanto la eficacia como la toxicidad de los medicamentos utilizados para el tratamiento del cáncer.

El descubrimiento abre una nueva e importante vía de investigación médica y podría tener importantes implicaciones para predecir la dosis correcta y controlar mejor los efectos secundarios de la quimioterapia, informan los investigadores.

El hallazgo también podría ayudar a explicar las diferencias observadas en las respuestas de los pacientes a la quimioterapia que han desconcertado a los médicos hasta ahora.

"La primera vez que observamos que cambiar el microbio o añadir un solo aminoácido a la dieta podía transformar una dosis inocua de la droga en una altamente tóxica, no podíamos creer lo que veían nuestros ojos", dijo Eyleen O'Rourke, PhD, de la Facultad de Artes y Ciencias de la UVA, el Departamento de Biología Celular de la Facultad de Medicina y el Centro de Investigación Cardiovascular Robert M. Berne. "Entender, con resolución molecular, lo que estaba sucediendo requirió el cribado a través de cientos de microbios y genes huéspedes. La respuesta fue una asombrosa y compleja red de interacciones entre la dieta, el microbio, la droga y el huésped".


Cómo afecta la dieta a la quimioterapia

Los médicos han apreciado durante mucho tiempo la importancia de la nutrición en la salud humana.

Pero el nuevo descubrimiento destaca cómo lo que comemos no sólo nos afecta a nosotros, sino también a los microorganismos dentro de nosotros.

Los cambios que la dieta desencadena en los microorganismos pueden aumentar la toxicidad de un fármaco quimioterapéutico hasta 100 veces, según descubrieron los investigadores utilizando el nuevo modelo de laboratorio que crearon con los gusanos redondos.

"La misma dosis del fármaco que no hace nada en la dieta de control mata al [ascáride] si se añade a la dieta un miligramo del aminoácido serina", dijo Wenfan Ke, estudiante de posgrado y autor principal de un nuevo artículo científico que resume los hallazgos.

Además, las diferentes combinaciones de dietas y microbios cambian la forma en que el huésped responde a la quimioterapia.

"Los datos muestran que los cambios en la dieta pueden cambiar el metabolismo del microbio y, en consecuencia, cambiar o incluso revertir la respuesta del huésped a una droga", informan los investigadores.

En resumen, esto significa que no sólo comemos para nosotros mismos sino para las más de 1.000 especies de microorganismos que viven dentro de cada uno de nosotros, y que la forma en que alimentamos a estos bichos tiene un profundo efecto en nuestra salud y en la respuesta al tratamiento médico.


Un día, los médicos pueden dar a los pacientes no sólo recetas, sino directrices dietéticas detalladas y cócteles de microbios formulados personalmente para ayudarles a alcanzar el mejor resultado.

Los investigadores han observado anteriormente que los microbios y la dieta afectan a los resultados del tratamiento.

Sin embargo, la nueva investigación destaca porque es la primera vez que los procesos moleculares subyacentes se han diseccionado completamente.

Un nuevo modelo

El nuevo modelo de los investigadores es una versión extremadamente simplificada del complejo microbioma - colección de microorganismos - que se encuentra en las personas.

Los gusanos redondos sirven de huésped, y las bacterias E.coli no patógenas representan los microbios en el intestino.

En las personas, las relaciones entre la dieta, los microorganismos y el huésped son mucho más complejas, y entender esto será una tarea importante para los científicos en el futuro.

El equipo de investigación señaló que los desarrolladores de drogas tendrán que tomar medidas para tener en cuenta el efecto de la dieta y los microbios durante su trabajo de laboratorio.

Por ejemplo, tendrán que tener en cuenta si la dieta podría hacer que los microorganismos produjeran sustancias, denominadas metabolitos, que pudieran interferir o facilitar el efecto de las drogas.

Los investigadores sugieren que la complejidad de las interacciones entre la droga, el huésped y el microbioma es probablemente "astronómica".

Se necesitan muchos más estudios, pero la comprensión resultante, dicen, ayudará a los médicos a "realizar todo el potencial terapéutico de la microbiota".

"El potencial de desarrollar medicamentos que puedan mejorar los resultados del tratamiento mediante la modulación de los microbios que viven en nuestro intestino es enorme", dijo O'Rourke. "Sin embargo, la complejidad de las interacciones entre la dieta, los microbios, la terapéutica y el huésped que hemos descubierto en este estudio es humillante. Necesitaremos mucha investigación básica, incluyendo sofisticados modelos informáticos, para revelar cómo explotar plenamente el potencial terapéutico de nuestros microbios".

Fuente: Sistema de Salud de la Universidad de Virginia