Nunca es demasiado tarde para que una mujer pierda peso y reduzca así su riesgo de cáncer de mama, según un estudio reciente.
Los investigadores encontraron que una pérdida de un 5 por ciento o más del peso después de la menopausia podría reducir las probabilidades de sufrir un cáncer de mama en aproximadamente un 12 por ciento. Para una mujer que pese 170 libras (77 kg), perder un 5 por ciento de su peso serían 8.5 libras (3.8 kg).
"Una pérdida modesta de peso que parece ser sostenible podría tener una consecuencias importantes para la salud", dijo el autor principal del estudio, el Dr. Rowan Chlebowski, profesor de investigación del departamento de investigación en oncología y terapias médicas en City of Hope en Duarte, California.
"Se trata de hallazgos esperanzadores. No tiene por qué tener un peso normal para obtener un beneficio, y no necesita perder una cantidad tremenda de peso. Se puede lograr perder el 5 por ciento del peso por uno mismo", añadió Chlebowski.
La obesidad es un factor de riesgo conocido del cáncer de mama. Pero Chlebowski afirmó que no ha estado claro si perder peso podría prevenir el cáncer de mama. Y si perder peso podría marcar una diferencia en el riesgo de cáncer de mama, no se sabía si había un momento óptimo para perder peso.
Este estudio incluyó datos de más de 61,000 mujeres postmenopáusicas de la Iniciativa de salud de las mujeres, un estudio de gran tamaño realizado a muy largo plazo de mujeres de los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU. Todas las mujeres tenían una edad comprendida entre los 50 y los 79 años cuando entraron en el estudio entre 1993 y 1998. Ninguna tenía antecedentes de cáncer de mama y todas se hicieron una mamografía con resultados normales al inicio del estudio.
El peso de las mujeres se tomó al inicio del estudio y otra vez al cabo de tres años, señaló Chlebowski. Se hizo un seguimiento de su estado de salud durante un promedio de más de 11 años.
Durante ese tiempo, más de 3,000 mujeres desarrollaron un cáncer de mama invasivo.
Del grupo original, más de 8,100 mujeres perdieron un 5 por ciento o más de su peso corporal. Los investigadores compararon a esas mujeres con más de 41,000 mujeres cuyo peso permaneció estable.
Las mujeres cuyo peso se mantuvo estable tuvieron un índice de masa corporal (IMC) promedio de 26.7. El IMC es una medida aproximada de la grasa corporal basada en la medición de la estatura y el peso.
Un IMC de 18.5 a 24.9 se considera normal, mientras que de 25 a 29.9 es sobrepeso y más de 30 se considera obesidad. Una mujer de 5 pies y 6 pulgadas (1.68 metros) que pese 170 libras (77 kg) tiene un IMC de 27.4, según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de EE. UU.
Las mujeres que perdieron peso voluntariamente en el estudio empezaron con un IMC de 29.9.
"Las mujeres que perdieron un 5 por ciento de su peso o más pesaban más y eran menos activas", indicó Chlebowski.
Los investigadores encontraron que cuando las mujeres perdieron incluso más peso (un 15 por ciento o más de su peso corporal), el riesgo de cáncer de mama se redujo un 37 por ciento.
Hay una serie de factores asociados con la pérdida de peso, como una menor inflamación, que podrían explicar el riesgo más bajo de cáncer, dijo Chlebowski. Pero el estudio no demostró que ese peso perdido hiciera que el riesgo de cáncer de mama se redujera.
Además de encontrar que perder peso estaba vinculado con un riesgo más bajo de cáncer de mama, los investigadores también observaron qué efecto tenía aumentar de peso. Más de 12,000 mujeres aumentaron de peso durante el estudio, y en general, ese aumento no pareció incrementar el riesgo de cáncer de mama.
Pero cuando los investigadores observaron los tipos específicos de cáncer de mama, vieron un aumento del 54 por ciento en el riesgo de un tipo de cáncer llamado cáncer de mama triple negativo en las mujeres que aumentaron de peso tras la menopausia.
Chlebowski dijo que la razón por la que aumentar de peso incrementaría el riesgo de este cáncer en concreto no está clara.
La Dr. Virginia Maurer, jefa de cirugía del seno y directora del programa de salud del seno en el Hospital Winthrop de la NYU, en Mineola, Nueva York, dijo que se trata de un estudio importante que muestra que nunca es demasiado tarde para perder peso.
"Perder peso y hacer más ejercicio son dos cosas sobre las que se tiene control", dijo Maurer, que no participó en el estudio. "Así reducirá su riesgo de cáncer de mama, de enfermedad cardiovascular, de diabetes, de enfermedad de las articulaciones y de otros cánceres relacionados con el peso".
Recomienda que se hagan 3 o 4 horas de ejercicio aeróbico a la semana, junto con algo de entrenamiento de fuerza.
Chlebowski presentó la investigación de su equipo el viernes en el Simposio de Cáncer de Mama de San Antonio. Los hallazgos presentados en reuniones generalmente se consideran preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
Fuente: Medline Plus
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