Un implante de seno en particular podría estar asociado con un tipo raro de cáncer, informan unos investigadores.
Se estima que el linfoma anaplásico de células grandes asociado con el implante de senos (BIA-ALCL, por sus siglas en inglés) afecta a 1 de cada 30,000 mujeres cada año, pero los investigadores dicen que en realidad podría ser más común.
"Vemos que es probable que este cáncer no se reporte lo suficiente, y a medida que sale a la luz más información sobre este tipo de cáncer, es probable que el número de casos aumente en los próximos años", advirtió el Dr. Dino Ravnic, profesor asistente de cirugía en el Colegio de Medicina de la Universidad Estatal de Pensilvania.
Los investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania revisaron 155 reportes investigativos en los cuales 95 pacientes fueron evaluadas para aprender más sobre el riesgo, el desarrollo y el tratamiento del BIA-ALCL. Casi todos los casos se asociaron con los implantes de seno texturizados, que tienen una superficie ligeramente rugosa para mantenerlos en la posición correcta.
"Seguimos explorando las causas exactas, pero según el conocimiento actual, este cáncer en realidad solo comenzó a aparecer después de que los implantes texturizados llegaron al mercado en los años 90", apuntó Ravnic en un comunicado de prensa de la universidad.
Esto sugiere una posible asociación que amerita más estudio, dijeron los investigadores.
"Todos los fabricantes de implantes texturizados han tenido casos vinculados con este tipo de linfoma, y no hemos visto casos vinculados con los implantes lisos", señaló Ravnic. "Pero en muchos de esos casos el implante se extirpó sin evaluar si había células de linfoma en el fluido y el tejido circundantes, así que es difícil correlacionar ambas cosas de forma definitiva".
Los investigadores dijeron que el BIA-ALCL podría resultar de la inflamación que rodea al implante, y el tejido que crece en los minúsculos agujeros de un implante texturizado podría prolongar la inflamación. La inflamación crónica puede llevar al linfoma, dijeron los investigadores.
Ravnic y sus colaboradores dijeron que los médicos deben informar a las pacientes sobre el riesgo de BIA-ALCL antes de la cirugía de implante, y enfatizar la importancia de las revisiones regulares tras la colocación de los implantes.
Fuente: Medline Plus