Los cigarrillos electrónicos pueden ayudar a los fumadores a abandonar el hábito, pero solo si descartan el tabaco a favor de vapear casi todos los días, sugiere un nuevo estudio.
Los ex fumadores tienen casi tres veces más probabilidades de abstenerse de fumar cigarrillos si utilizan un cigarrillo electrónico dos de cada tres días al mes, según el análisis de una encuesta federal sobre el tabaquismo.
"Los cigarrillos electrónicos son una forma efectiva de lograr que los fumadores dejen de fumar, pero hay que usar los dispositivos realmente", apuntó el investigador líder, David Levy. "Usarlos un par de días al mes no es para nada tan efectivo como usarlos la mayoría de días o todos los días del mes".
Las probabilidades de que un fumador tenga éxito al abandonar el hábito aumentan en un 10 por ciento por cada día adicional que usa un cigarrillo electrónico, dijo Levy, profesor en el Centro Oncológico Integral Lombardi de la Universidad de Georgetown, en Washington, D.C.
Pero el Dr. Louis De Palo, un pulmonólogo, dijo que le preocupa que los cigarrillos electrónicos hagan demasiado bien el trabajo de reemplazar a los cigarrillos de tabaco tradicionales.
"La gente no se hace adicta a las otras formas de reemplazo de nicotina porque no son divertidas", dijo De Palo, profesor asociado de medicina pulmonar, de atención crítica y del sueño en la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.
"El chicle no tiene muy buen sabor. El inhalador nasal quema un poco. Los parches son irritantes. Y ninguno ofrece la satisfacción psicológica de sostener algo en la mano y fumar", explicó.
"Los cigarrillos electrónicos son altamente adictivos, fáciles de utilizar y divertidos", siguió De Palo. "Este estudio no aborda la estrategia para que la gente al final deje los cigarrillos electrónicos".
En el estudio, Levy y sus colaboradores revisaron los datos de más de 24,000 participantes en la Encuesta de uso de suplementos de tabaco en la población actual de 2014/2015, una encuesta regular sobre el tabaquismo administrada por la Oficina del Censo de EE. UU.
Los investigadores eligieron ese periodo específico porque "es el año en que el uso de cigarrillos electrónicos de verdad se disparó", dijo Levy.
El equipo de investigación comparó los patrones de uso de cigarrillos electrónicos con la capacidad de un ex fumador de abstenerse de los cigarrillos tradicionales durante al menos tres meses.
"Usamos tres meses porque las personas plantean que es más relevante, dado que hay muchas recaídas en los primeros tres meses", comentó Levy.
Los investigadores encontraron que los ex fumadores tenían 2.8 veces más probabilidades de seguir sin fumar si usaban un cigarrillo electrónico al menos 20 días al mes.
En comparación, los que usaban un cigarrillo electrónico solo cinco o más días al mes solo tenían un 60 por ciento de probabilidades de abstenerse de los cigarrillos electrónicos durante tres meses, mostraron los resultados.
Más o menos un tercio de los fumadores que usaban cigarrillos electrónicos casi a diario pudieron abandonar el hábito de forma exitosa, dijeron los investigadores, en comparación con un 5 a un 6 por ciento de los que usaban los cigarrillos electrónicos entre 5 y 14 días al mes.
Los fumadores que usaban un cigarrillo electrónico dos de cada tres días también tenían casi cinco veces más probabilidades de intentar abandonar el tabaco, encontraron los investigadores.
"No estamos diciendo que los médicos deban recomendar el uso de los cigarrillos electrónicos antes de probar con otros métodos, pero si se prueba con los otros métodos y se fracasa, nuestros resultados indican firmemente un potencial de que las personas abandonen el hábito con el uso de los cigarrillos electrónicos", señaló Levy.
Pero solo funciona si la gente tira sus paquetes de cigarrillo a la basura para siempre, añadió Levy.
"Los beneficios del uso de los cigarrillos electrónicos solo se experimentan si el individuo deja de fumar del todo", enfatizó Levy.
Todavía hay preocupaciones sobre la seguridad de los cigarrillos electrónicos, dijo De Palo, entre ellas la posibilidad de que el vapor contenga metales pesados u otras sustancias nocivas. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. está creando regulaciones para los cigarrillos electrónicos, pero el proceso todavía se está llevando a cabo.
"Los cigarrillos electrónicos podrían tener consecuencias de salud todavía no reconocidas", advirtió De Palo, y añadió que los cigarrillos electrónicos también ofrecen un medio para que personas que quizá nunca hubieran fumado tabaco se hagan adictas a la nicotina.
La mejor forma de dejar de fumar es combinar un reemplazo de la nicotina con la terapia cognitivo conductual o algún otro tipo de terapia, planteó De Palo. De esa forma, los aspectos tanto físicos como psicológicos de la adicción se abordan a la vez.
Fuente: Medline Plus
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