Una pastilla que se toma dos veces al día podría ayudar a algunas pacientes con cáncer de mama avanzado o retrasar las sesiones de quimioterapia de seguimiento, informa un nuevo ensayo clínico.
El medicamento, olaparib (Lynparza), redujo las probabilidades de progresión del cáncer en más o menos un 42 por ciento en las mujeres con cáncer de mama vinculado con las mutaciones de los genes BRCA1 y BRCA2, según el estudio.
El olaparib retrasó la progresión del cáncer en unos tres meses. El fármaco también hizo que los tumores se encogieran en tres de cinco pacientes que lo recibieron, reportaron los investigadores.
"Claramente, el fármaco fue más efectivo que la quimioterapia tradicional", dijo el Dr. Len Lichtenfeld, director médico de la Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society).
"Se trata de un grupo en que obtener una respuesta es más difícil, un grupo joven con una forma más agresiva de cáncer, y sin embargo observamos una tasa de respuesta objetiva de cerca de un 60 por ciento", señaló.
El estudio fue auspiciado por AstraZeneca, el fabricante de Lynparza.
El olaparib funciona al interrumpir las vías que las células cancerosas malignas utilizan para permanecer con vida, apuntó el investigador líder, el Dr. Mark Robson, oncólogo médico y director clínico del Servicio de Genética Clínica del Centro Oncológico Conmemorativo Sloan Kettering, en la ciudad de Nueva York.
El fármaco inhibe la PARP, una enzima que ayuda a las células a reparar el ADN dañado, dijo Robson.
Las células normales a las que se niega el acceso a la PARP piden ayuda a los genes BRCA, dado que también respaldan la reparación del ADN dañado, comentó Robson.
Pero según Robson, esa "capacidad de respaldo" no está disponible en las células del cáncer de mama en las mujeres con mutaciones en el gen BRCA.
"Cuando se inhibe la PARP, la célula no puede rescatarse a sí misma", dijo Robson. "En teoría, se debe tener un método muy dirigido, específicamente dirigido a los cánceres en las personas que tienen esa predisposición heredada en particular".
El olaparib ya ha sido aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para su uso en mujeres con cáncer de ovarios relacionado con el BRCA. Robson y sus colaboradores supusieron que también sería útil para tratar a las mujeres con cáncer de mama vinculado con esta mutación genética.
El estudio incluyó a 302 pacientes cuyo cáncer de mama se había propagado a otras áreas del cuerpo (cáncer de mama metastásico). Todas las mujeres portaban una mutación del BRCA heredada.
Se les había asignado al azar a tomar olaparib dos veces al día o a recibir la quimioterapia estándar. Todas las pacientes habían recibido hasta dos rondas anteriores de quimioterapia para el cáncer de mama. Las mujeres que tenían un cáncer con receptor de hormonas positivo también habían recibido terapia hormonal.
Tras 14 meses de tratamiento, en promedio, las que tomaban olaparib tenían un riesgo un 42 por ciento más bajo de que su cáncer progresara que las que recibieron otra ronda de quimioterapia, dijo Robson.
El tiempo promedio de la progresión del cáncer fue de unos siete meses con olaparib, frente a 4.2 meses con la quimioterapia.
Los tumores también se encogieron en alrededor de un 60 por ciento de las pacientes que recibieron olaparib. Esto es en comparación con una reducción del 29 por ciento entre las que recibieron quimioterapia, apuntaron los investigadores.
Los efectos secundarios graves también fueron menos comunes con olaparib. Los efectos secundarios afectaron a un 37 por ciento de las pacientes, frente a la mitad de las que recibieron la quimioterapia. Los efectos secundarios más comunes del fármaco fueron náuseas y anemia.
"Hubo menos pacientes que dejaron el tratamiento debido a la toxicidad en comparación con las que recibieron quimioterapia", dijo Robson. "En general se toleró bastante bien".
Apenas más o menos un 3 por ciento de los cánceres de mama ocurren en personas con mutaciones de los genes BRCA1 y BRCA2, señalaron los investigadores en las notas de respaldo.
A pesar de esto, los resultados son "bastante emocionantes", afirmó la Dra. Julie Fasano, profesora asistente de hematología y oncología médica en la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.
El olaparib podría al final utilizarse pronto en el tratamiento del cáncer de mama metastásico como alternativa a la quimioterapia, y los estudios futuros podrían encontrar que el fármaco es efectivo contra otras formas de cáncer de mama, dijo Fasano.
"Este estudio podría cambiar la práctica, en términos de poder posponer la quimioterapia intravenosa y los efectos secundarios asociados", como la pérdida del pelo y los conteos bajos de glóbulos blancos, comentó Fasano.
Lichtenfeld anotó que el olaparib también es menos oneroso para las pacientes.
"Quizá para las mujeres sea más fácil tomar dos pastillas al día que acudir a la quimioterapia regular", dijo Lichtenfeld. "Sin duda este tratamiento provocará un interés considerable".
Los hallazgos se presentaron el domingo en la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (American Society of Clinical Oncology), en Chicago. El estudio también se publicó en la edición del 4 de junio de la revista New England Journal of Medicine.
Fuente: Medline Plus
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