Casi la mitad de los hombres y las mujeres estadounidenses menores de 60 años están infectados con el virus del papiloma humano (VPH), lo que los pone en riesgo de ciertos tipos de cáncer, informaron el jueves las autoridades sanitarias federales.
Más de un 45 por ciento de los hombres estaban infectados con el VPH genital en 2013-2014, mientras que un 25 por ciento estaban infectados con VPH genital de alto riesgo. En el mismo periodo, más o menos un 40 por ciento de las mujeres portaban el VPH genital, mientras que casi un 20 por ciento tenían el VPH genital de alto riesgo, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
Algunos tipos de VPH pueden provocar verrugas genitales, y se consideran de bajo riesgo, con pocas probabilidades de causar cáncer, según el informe de los CDC. Se cree que otros tipos son de alto riesgo y pueden provocar cáncer en distintas partes del cuerpo. Esas áreas incluyen el cuello uterino y la vagina en las mujeres, el pene en los hombres, y el ano y el cuello en ambos sexos.
Pero la vacuna contra el VPH tiene el potencial de revertir la epidemia y prevenir miles de casos de cáncer cada año en Estados Unidos, afirmaron los investigadores de los CDC. De hecho, ya está teniendo un efecto, señaló Geraldine McQuillan, epidemióloga principal en el Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS) de los CDC.
"Tras las introducción de la vacuna contra el VPH en 2006, ha habido una reducción en el VPH genital en los adultos jóvenes; esta es una vacuna contra el cáncer", dijo.
En las chicas adolescentes, la infección con el VPH se ha reducido en un 60 por ciento, y en las mujeres jóvenes se ha reducido en un 34 por ciento, dijo McQuillan.
Según Fred Wyand, vocero de la Asociación Americana de Salud Sexual (American Sexual Health Association), "estos datos son una nueva confirmación de que el VPH merece su apodo de 'resfriado común' de las infecciones de transmisión sexual".
Los expertos creen que la mayoría de las personas más sexualmente activas tienen VPH en algún momento. "Afortunadamente, la mayoría de esas infecciones no causan grandes daños, y el sistema inmunitario las elimina de forma natural", comentó Wyand.
Para calcular la prevalencia de la infección con el VPH entre los adultos de EE. UU. de 18 a 59 años de edad, los investigadores utilizaron datos de la Encuesta nacional de examen de salud y nutrición de 2011 a 2014.
Encontraron que en ese periodo, la prevalencia del VPH oral en adultos de ambos sexos era de poco más de un 7 por ciento, mientras que un 4 por ciento de los hombres y las mujeres tenían un VPH oral de alto riesgo.
La prevalencia más baja del VPH oral fue entre los adultos asiáticos, y la más alta entre los adultos negros. Y más hombres que mujeres estaban infectados con el VPH oral, mostraron los hallazgos.
En cuanto al VPH genital, los asiáticos tenían la tasa más baja de infección, mientras que los adultos negros tenían la tasa más alta.
Aunque la vacuna contra el VPH previene alrededor de un 70 por ciento de todos los cánceres cervicales, muy pocas chicas y chicos la reciben, lamentó McQuillan.
Según un informe de 2015, seis de cada 10 chicas han iniciado la serie de vacunas contra el VPH, al igual que cinco de cada 10 chicos. Todas las chicas y chicos de 11 o 12 años deben recibir la serie de dos dosis recomendada de la vacuna contra el VPH, aconsejan los CDC.
"La vacuna se dirige a niños muy jóvenes porque hay que llegar a ellos antes de que sean sexualmente activos", explicó McQuillan.
A medida que más personas se vacunan, se observarán más declives en el VPH y en los cánceres que provoca, afirmó.
Wyand añadió que "la inmunización contra el VPH es un brillante triunfo de salud pública. Funciona muy bien, y se ha mostrado que bloquea prácticamente todas las infecciones y enfermedades relacionadas con los tipos de VPH que cubre".
Electra Paskett, investigadora en control del cáncer en el Centro Oncológico Integral de la Universidad Estatal de Ohio apuntó que sigue habiendo una falta de urgencia entre los padres por administrar la vacuna a sus hijos.
Además, dijo, "los médicos no recomiendan la vacuna de forma firme y rutinaria".
Paskett cree que la vacuna debe ser parte regular del programa de vacunación de un niño, y no destacarse como algo especial. Incluir la vacuna en la programación usual de vacunas depende de los médicos, comentó.
"La vacuna forma parte de la prevención del cáncer", enfatizó Paskett. "Esta vacuna tiene el potencial de prevenir 30,000 casos de cáncer cada año, y se utiliza muy poco".
El informe aparece en la edición del 6 de abril de NCHS Data Brief de los CDC.
Fuente: Medline Plus
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