Incluso tras sobrevivir al melanoma, un cáncer de piel potencialmente letal, algunas personas siguen saliendo al sol en verano sin protegerse.
Ese es el increíble hallazgo de un estudio de más de 700 supervivientes al melanoma que encontró que un 20 por ciento de ellos habían sufrido una quemadura solar en el año anterior. Y solo un 62 por ciento de ellos dijeron que usaban un filtro solar "con frecuencia" o "siempre" cuando salían en un día de verano.
Pero muchos supervivientes al melanoma son más cuidadosos respecto a la protección solar que las demás personas de su misma edad, también encontró el estudio.
"Lo están haciendo bien, pero pueden hacerlo mejor", dijo la investigadora líder del estudio, Rachel Vogel, profesora asistente en el departamento de obstetricia, ginecología y salud de las mujeres de la Universidad de Minnesota.
El Dr. Len Lichtenfeld, subdirector médico de la Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society, ACS), se mostró de acuerdo.
"Los supervivientes lo hacen mejor que otras personas, pero no es suficiente", dijo Lichtenfeld, que no participó en el estudio.
Hasta ahora, se sabía poco sobre la exposición al sol entre los supervivientes al melanoma. De forma que los nuevos hallazgos ofrecen "información importante" a los médicos que atienden a esos pacientes, añadió.
"Los proveedores de atención de la salud podríamos suponer que los pacientes siguen nuestros consejos", anotó Lichtenfeld. "Pero es podemos suponerlo".
Los hallazgos aparecen en la edición del 2 de marzo de la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention.
El melanoma es la forma menos común, pero la más peligrosa, de cáncer de piel. La ACS estima que unos 87,000 estadounidenses serán diagnosticados con un melanoma este año, y casi 10,000 morirán de la enfermedad.
Aunque el melanoma conforma apenas un 1 por ciento de todos los cánceres de piel en Estados Unidos, es responsable de la mayoría de muertes.
Además, el melanoma ha estado en aumento durante los últimos 30 años, según la ACS. Es probable que esto tenga varios motivos, dijo Vogel, pero se cree que uno es la mayor exposición de las personas a la luz ultravioleta del sol.
En general, según los médicos, la medida más importante que las personas pueden tomar para reducir el riesgo de melanoma es reducir su exposición a la luz ultravioleta (UV), del sol o de las camas de bronceado.
Y ese consejo indudablemente aplica a los supervivientes al melanoma, para reducir las probabilidades de una recurrencia, enfatizó Lichtenfeld.
"Sabemos que la exposición adicional a la UV aumenta el riesgo. Es acumulativo", explicó.
Los nuevos hallazgos se basan en una encuesta de 724 supervivientes al melanoma y 660 adultos de la misma edad sin antecedentes de la enfermedad (el grupo de "control"). En promedio, los supervivientes habían sido diagnosticados 10 años antes, cuando tenían entre 25 y 59 años de edad.
La buena noticia, encontró el estudio, fue que la mayoría de los supervivientes son más cuidadosos respecto a la protección solar, en comparación con el grupo de control.
Pero también hubo noticias no tan buenas. Por ejemplo, tres cuartas partes de los supervivientes dijeron que normalmente pasaban al menos dos horas en el sol del verano durante los días de semana.
Y con frecuencia lo hacían sin una protección óptima. Más o menos un 38 por ciento dijeron que por lo general no usaban filtro solar cuando estaban al aire libre en verano. Y menos de la mitad dijeron que por lo general intentaban permanecer a la sombra, mostraron los hallazgos.
En total, un 20 por ciento de los supervivientes dijeron que habían sufrido una quemadura solar en el año anterior. Y un 10 por ciento dijeron que habían tomado el sol con el objetivo de broncearse.
Lo que el estudio no puede hacer es responder sobre el motivo.
Pero Vogel especuló sobre algunas razones.
El paso del tiempo podría ser uno, dijo: otras investigaciones sugieren que los supervivientes al melanoma son bastante cuidadosos sobre la protección solar poco después de su diagnóstico, pero que eso mengua con el tiempo.
También es posible que algunos supervivientes no comprendan la gravedad del melanoma, dijo Vogel. A menos que se eduquen de forma integral sobre la enfermedad, quizá no se den cuenta de que es distinta de las formas mucho más comunes y menos agresivas del cáncer de piel.
Además, señaló Vogel, "el cambio de conducta en general es difícil".
Lichtenfeld se mostró de acuerdo. Aunque evitar el sol quizá parezca fácil, eso no siempre es verdad, anotó.
Algunas personas tienen trabajos, o estilos de vida activos, que les hacen estar al aire libre, dijo Lichtenfeld. Y quizá no siempre se acuerden de cubrirse o untarse filtro solar.
Y añadió que "hay investigaciones que muestran que el bronceado puede ser adictivo para algunas personas".
Para Vogel, los hallazgos tienen una implicación práctica clara: "médicos y pacientes deben hablar sobre hacer que la protección solar sea rutinaria", planteó. "Haga que usar filtro solar, usar mangas largas y ponerse una gorra sea parte de su vida diaria".
Pero ese consejo no es solo para los supervivientes al melanoma, enfatizó Vogel. También puede ayudar a proteger a las personas de desarrollar el cáncer en primer lugar, dijo.
Fuente: Medline Plus
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