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La densidad de los senos podría ser el principal indicador del riesgo de cáncer

6 Feb 2017
La densidad de los senos podría ser el principal indicador del riesgo de cáncer

Las mujeres cuyos senos están compuestos predominantemente por un tejido más denso y glandular se enfrentan a unas probabilidades más altas de cáncer de mama, según un estudio reciente.

Los investigadores añadieron que, basándose en su estudio de 200,000 mujeres, la densidad del seno podría ser el indicador más importante del riesgo de cáncer de mama, por encima de los antecedentes familiares de la enfermedad y otros factores de riesgo.

"El hallazgo más significativo de este estudio está en el impacto de la densidad del seno en el desarrollo del cáncer de mama en la población", señaló la autora principal del estudio, la Dra. Karla Kerlikowske, investigadora del departamento de epidemiología y bioestadística en la Universidad de California, en San Francisco (UCSF).

Aun así, no todo el mundo está convencido de que la densidad en el tejido del seno sea el factor de riesgo preeminente del cáncer de mama.

La Dra. Kristin Byrne, jefa de imaginología de la mama en el Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York, cree que las cifras del estudio atribuidas al riesgo basado en la densidad del tejido parecen "increíblemente altas, especialmente cuando no se tomaron en consideración otros factores de riesgo".

Según Byrne, "antes de hacer que estas pacientes tomen medicamentos como el tamoxifeno, cuyos efectos secundarios son significativos e intolerables para muchas personas, se necesitan más estudios".

Tal y como explicaron los investigadores de la UCSF, el tejido glandular tiene una apariencia densa en una mamografía estándar, mientras que el tejido graso lo es menos. Y hay muchos factores que pueden influir en la composición del tejido del seno.

Las mujeres con sobrepeso u obesidad normalmente "tienen una densidad del seno más baja, aunque la edad también es un determinante potente de la densidad del seno", comentó en un comunicado de prensa de la universidad la primera autora, Natalie Engmann, candidata doctoral en el departamento de epidemiología y bioestadística de la UCSF.

"Los senos densos son más habituales en las mujeres más jóvenes, y la mayoría de las mujeres experimentan un declive pronunciado [en la densidad del seno] durante la menopausia que continúa en el periodo postmenopáusico", añadió. "Pero la terapia [hormonal] de estrógeno y progestina en la menopausia puede revertir el declive de la densidad del seno con la edad".

Se cree que los senos más densos son más propensos a los tumores debido a los factores celulares, y también porque es más difícil de detectar en las mamografías los tumores más pequeños en el tejido denso. El nuevo estudio buscaba cuantificar el riesgo.

Para hacerlo, el equipo de Kerlikowske observó los resultados de unas 200,000 mujeres estadounidenses en el Consorcio de Vigilancia del Cáncer de Mama (Breast Cancer Surveillance Consortium), una base de datos destinada a evaluar las pruebas del cáncer de mama. Aproximadamente 18,000 de las mujeres tenían cáncer de mama en distintas etapas, y las 184,000 restantes no.

Se registró la densidad del seno de las participantes del estudio y se dividieron en 4 categorías: La categoría A, con los senos constituidos casi completamente por grasa; la categoría B, con los senos en los que el tejido denso está esparcido, pero la mayoría es grasa; la categoría C, con una cantidad moderada de tejido denso; y la categoría D, con unos senos en los que el tejido denso configura al menos un 75 por ciento del seno.

El equipo de investigación examinó luego una variedad de factores de riesgo de cáncer de mama conocidos (antecedentes familiares de la enfermedad, antecedentes previos de la mujer de lesiones del seno benignas, su densidad del seno y tener el primer bebé después de los 30 años de edad) a fin de determinar el efecto de cada uno de ellos en el riesgo de cáncer.

En general, la densidad del seno fue el factor de riesgo de cáncer de mama más prevalente, reportó el equipo de la UCSF.

Basándose en sus cálculos, el equipo de Kerlikowske estimó que aproximadamente un 39 por ciento de los cánceres de mama en las mujeres más jóvenes y premenopáusicas podrían haberse prevenido si las que estaban en las dos categorías con mayor densidad del tejido hubieran pasado a una categoría de menos densidad. También se estimó una reducción de aproximadamente un 26 por ciento en los cánceres de seno para las mujeres mayores y postmenopáusicas mediante los mismos cálculos.

Desafortunadamente, no hay mucho que una mujer pueda hacer sobre la densidad del tejido de sus senos, indicaron los investigadores.

"El tratamiento con tamoxifeno, un bloqueador de la hormona estrógeno, es la única intervención conocida en la actualidad que reduce sustancialmente la densidad del seno, y de este modo reduce el riesgo de cáncer de mama", explicó Engmann.

"Pero el tamoxifeno puede tener efectos secundarios graves y generalmente solo se recomienda para las mujeres con un riesgo alto de cáncer de mama, con la orientación de su médico. Nuestro estudio enfatiza la necesidad de nuevas intervenciones para reducir la densidad del seno en las mujeres con un riesgo promedio", añadió.

Simplemente aumentar un peso excesivo (aunque tiende a añadir un tejido graso en los senos) no reduciría el riesgo de una mujer de cáncer de mama. Eso se debe a que el estudio de la UCSF, al igual que investigaciones anteriores, encontró que la obesidad también aumenta el riesgo de cáncer de mama en las mujeres mayores postmenopáusicas.

Los otros factores contribuyeron menos al riesgo general de cáncer de mama de lo que muchos habían supuesto con anterioridad, encontró el estudio. Por ejemplo, los antecedentes familiares de la enfermedad explicaron menos del 10 por ciento de los casos.

Y un antecedente de la paciente de lesiones benignas del seno explicó solamente un 7 por ciento de los casos de mujeres premenopáusicas y menos de un 9 por ciento de los casos de las mujeres postmenopáusicas, reportaron los investigadores.

Finalmente, esperar a tener el primer hijo hasta después de los 30 años de edad se asoció con casi un 9 por ciento de riesgo añadido de cáncer de mama para las mujeres premenopáusicas y un aumento del 5 por ciento en el riesgo para las mujeres postmenopáusicas, indicó el equipo del estudio.

El estudio fue financiado por el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU. y aparece en la edición del 2 de febrero de la revista JAMA Oncology.

Por su parte, Byrne dijo que las mujeres con senos densos no deberían asustarse por estos resultados.

"No está claro si reducir la densidad del seno reducirá el riesgo de cáncer del mama", comentó. "Una edad avanzada y el aumento de peso después de la menopausia están relacionados con una densidad del seno más baja, pero también están relacionados con un aumento del riesgo de cáncer de mama", señaló Byrne.

Las razones que hay detrás del desarrollo de cualquier cáncer de mama en concreto siguen siendo complejas, añadió.

"Hay otros factores de riesgo que contribuyen, como el consumo de alcohol, el estilo de vida sedentario, el uso de anticonceptivos, la terapia hormonal postmenopáusica, los antecedentes menstruales, la exposición a la radiación, además de los antecedentes familiares de cáncer de mama", dijo. "Creo que evaluar todos estos factores de riesgo es necesario para decidir cuál es el riesgo real de una persona".

La Dra. Cynara Coomer, jefa de cirugía del seno en el Hospital de la Universidad de Staten Island, en la ciudad de Nueva York, se mostró de acuerdo con Byrne en que cualquier intento de alterar la densidad del seno conlleva sus propios peligros.

Aunque ganar un peso en exceso puede reducir la densidad del tejido, "la obesidad ha estado implicada en muchas enfermedades, incluyendo el cáncer de mama, en las mujeres postmenopáusicas", señaló Coomer.

Por otra parte, "el tamoxifeno es el único medicamento que puede reducir la densidad del seno", dijo, pero "al igual que muchos medicamentos, los riesgos deben sopesarse con respecto a los beneficios".

Algunos de estos riesgos incluyen una mayor probabilidad de desarrollar un cáncer de útero o trombosis venosa profunda, que es la formación de coágulos sanguíneos en las piernas, explicó Coomer.

Fuente: Medline Plus