La forma de aumentar la cantidad de chicas y chicos que se vacunan contra el virus del papiloma humano (VPH) podría ser tan simple como administrarla como parte de un grupo de vacunas de rutina, sugiere un estudio reciente.
La vacuna contra el VPH, que protege del virus que provoca la mayoría de cánceres cervicales, solo se utiliza en poco más de la mitad de las chicas adolescentes de Estados Unidos, quedándose muy por detrás de las demás vacunas recomendadas para ese grupo de edad.
Pero al agrupar a la vacuna contra el VPH junto con otras vacunas requeridas, una clínica de Denver pudo aumentar de forma dramática las tasas de vacunación, alcanzando casi un 90 por ciento de los chicos y las chicas, informan los investigadores.
"El programa es sencillo y de bajo costo, y es algo que se puede implementar fácilmente en otras instituciones", aseguró la investigadora líder, la Dra. Anna-Lisa Farmar, profesora asistente de pediatría en la Universidad de Colorado, en Aurora.
"Animar a la vacunación en cada visita se ha convertido en parte de nuestros procedimientos generales, y usamos cada visita como una oportunidad para administrar las vacunas", comentó.
Los médicos de la clínica consideran todas las vacunas administradas a los niños de 11 años, incluso la del VPH, como estándares, en lugar de distinguir la vacuna contra el VPH como opcional o distinta de las demás, explicó Farmar. "Como resultado, los padres se sienten más confiados al administrar esas vacunas a sus hijos", dijo.
A algunos padres les preocupa que sus hijos se hagan sexualmente activos si se vacunan contra el VPH, reconoció Farmar.
"Les informamos que la vacuna funciona mucho mejor cuando se administra antes del inicio de la actividad sexual, y que los estudios han mostrado que dar a un niño la vacuna contra el VPH no aumenta las probabilidades de que se haga sexualmente activo", señaló.
"La vacuna contra el VPH se debe considerar como una de las vacunas de rutina para los adolescentes. Es la primera vacuna que previene un cáncer", añadió.
Un médico dijo que el método tiene sentido.
"Es la vuelta al futuro. En la atención primaria, discutir sobre si le gustaría o no vacunarse no ha sido una práctica común", dijo el Dr. Michael Grosso, director y jefe médico del Hospital Huntington de Northwell Health, en Nueva York.
La vacuna contra el VPH en realidad no es distinta de otras vacunas para la prevención de enfermedades, enfatizó.
"Previene el cáncer cervical en las mujeres, los cánceres de pene en los hombres, y cánceres de garganta en ambos sexos. Así que en lugar de hablar sobre las infecciones de transmisión sexual, el énfasis es la prevención del cáncer", dijo Grosso.
Para el estudio, Farmar y sus colaboradores iniciaron un programa en Denver Health, que ofrece atención de salud a una población urbana marginada, y que atiende a más de 17,000 adolescentes al año.
El programa intentó aumentar las tasas de vacunación al reunir las vacunas en cada visita a la clínica y dar seguimiento a los expedientes de vacunación de todos los pacientes.
Usando este método, las tasas de vacunación contra el VPH de los adolescentes de 13 a 17 años de edad aumentaron de forma significativa. En 2013, de más de 11,000 adolescentes, un 90 por ciento de las chicas y un 89 por ciento de los chicos recibieron al menos una dosis de la vacuna, en comparación con el promedio nacional de un 57 por ciento de las chicas y un 35 por ciento de los chicos.
Además, las tasas de las tres dosis requeridas de la vacuna aumentaron a un 66 por ciento de las chicas y un 53 por ciento de los chicos, frente a un promedio nacional de un 38 y un 14 por ciento, respectivamente.
Las chicas, los hispanos, los que no son angloparlantes y los adolescentes que se hallan por debajo del 200 por ciento del nivel federal de pobreza eran más propensos a haber recibido las tres dosis de la vacuna contra el VPH, encontraron los investigadores.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., los niños de ambos sexos deben recibir las tres dosis de la vacuna contra el VPH a partir de los 11 años de edad.
El Dr. Paul Offit, jefe de la división de enfermedades infecciosas del Hospital Pediátrico de Filadelfia, dijo que "al final, el médico es la persona clave en la administración de la vacuna".
Los médicos no deben ofrecer la vacuna contra el VPH como una opción, como hacen muchos, sino incluirla en la programación regular de vacunas, sugirió Offit. "Si los padres preguntan sobre la vacuna, se debe describir como una vacuna que previene el cáncer", planteó.
"Esta vacuna prevendrá hasta 30,000 casos de cáncer al año, y hasta 5,000 muertes, y por eso ponérsela es importante", dijo Offit.
Y es importante proteger a los niños del VPH antes de que se hagan sexualmente activos. Alrededor del 80 por ciento de las personas ya se han expuesto al VPH cuando están en la veintena, aclaró.
"No hay forma de evitarlo. Es una enfermedad de transmisión sexual muy común", dijo Offit. Y no tiene sentido que la vacuna anime a los adolescentes a hacerse sexualmente activos, porque "no protege de la gonorrea, la sífilis, la clamidia ni otras enfermedades de transmisión sexual", señaló.
"La vacuna no debe ser una opción, porque una buena salud no debe ser una opción", según Offit.
Fuente: Medline Plus
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