El cáncer está en camino de convertirse en la principal causa de muerte en Estados Unidos, ya que se acerca a la enfermedad cardiaca como el asesino número uno de EE. UU., muestra un nuevo estudio del gobierno.
La enfermedad cardiaca ha sido de forma constante la principal causa de muerte durante décadas, y siguió siéndolo en 2014, según un informe del Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
Pero la diferencia entre la enfermedad cardiaca y la segunda causa principal de muerte, el cáncer, se ha estado estrechando desde 1968, señalaron los investigadores.
El cáncer en realidad superó a la enfermedad cardiaca como principal causa de muerte en 22 estados en 2014, encontró el estudio. En 2000, Alaska y Minnesota eran los únicos dos estados donde el cáncer mataba a más personas que la enfermedad cardiaca.
Además, el cáncer es ahora la principal causa de muerte en una variedad de grupos minoritarios, como los hispanos, los asiáticos y los isleños del Pacífico, mostró el informe.
"Esta ha sido la tendencia durante un tiempo", dijo el coautor, Robert Anderson, jefe de la Rama de Estadísticas sobre la Mortalidad del NCHS. "Damos por sentado que la enfermedad cardiaca es la principal causa de muerte, pero ahora, debido a los esfuerzos de prevención y a los avances en el tratamiento, estamos logrando un avance sustancial en la enfermedad cardiaca, hasta tal punto que ahora estamos más o menos a la par con el cáncer".
Las muertes anuales por enfermedad cardiaca se han reducido a nivel nacional, de un máximo de poco más de 771,000 en 1985 a casi 597,000 en 2011. Por otro lado, las muertes por cáncer casi se han triplicado, de poco menos de 211,000 en 1950 a casi 577,000 en 2011, según el informe.
La Dra. Mariell Jessup es vocera de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association). Apuntó que los medicamentos nuevos han facilitado que la gente controle la presión arterial y el colesterol, los avances en tratamientos como la angioplastia y la cirugía de derivación cardiaca salvan las vidas de muchos pacientes cardiacos, y más personas han dejado de fumar y han comenzado a consumir unas dietas más saludables.
"Se podría plantear que estamos haciendo un mejor trabajo al mantener a las personas con una enfermedad cardiaca vivas", dijo Jessup, profesora del Hospital de la Universidad de Pensilvania, en Filadelfia. "No es que las personas no estén experimentando enfermedad cardiaca, sino que no están muriendo por su causa".
Otro experto se mostró de acuerdo, pero agregó un nuevo giro a su opinión.
Esencialmente, la medicina moderna ha mejorado tanto en la gestión de la enfermedad cardiaca que las personas viven mucho más, haciendo que sean más propensas a desarrollar un cáncer al final, señaló el Dr. Richard Schilsky, director médico de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (American Society of Clinical Oncology).
"Hay que tener en cuenta que todo el mundo al final morirá de algo. En el momento que reduzcamos el riesgo de muerte por cualquier causa en particular, aumentamos el riesgo de que se muera por otra causa", explicó Schilsky.
"El cáncer es una enfermedad que en esencia se asocia con el envejecimiento. Si se sobrevive a todas las demás causas de mortalidad, hay unas probabilidades cada vez mayores de desarrollar un cáncer", añadió Schilsky.
Esa opinión se ve reflejada en los estados donde el cáncer ha superado a la enfermedad cardiaca, apuntó Rebecca Siegel, directora estratégica de los Servicios de Vigilancia de la Información de la Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society).
En esos estados, las personas parecen tener en general una mejor salud que en los estados donde la enfermedad cardiaca es suprema. Las tasas de mortalidad tanto por la enfermedad cardiaca como por el cáncer eran más bajas en los estados donde el cáncer era la principal causa de mortalidad, apuntó Siegel.
"No se trata en lo absoluto de que las tasas de cáncer sean altas en esos estados", explicó Siegel. "Todos tenemos que morir de algo, ¿no?".
Añadió que el tratamiento y la prevención de la enfermedad cardiaca se han beneficiado de un rápido avance porque se trata de un campo más delimitado de la medicina.
"La enfermedad cardiaca es básicamente una enfermedad, mientras que en el cáncer observamos más de cien enfermedades distintas", comentó. "Hay formas muy efectivas de prevenir y tratar la enfermedad cardiaca, y hace bastante tiempo que contamos con ellas, mientras que el conocimiento sobre la biología del cáncer y cómo prevenirlo y tratarlo sigue en su infancia".
En los últimos años (entre 2011 y 2014), las muertes tanto por enfermedad cardiaca como por cáncer han aumentado más o menos de forma paralela, según el informe.
Las muertes por enfermedad cardiaca aumentaron en un 3 por ciento entre 2011 y 2014, de 596,577 a 614,348, mientras que las muertes por cáncer aumentaron en un 2.6 por ciento en el mismo periodo, de 576,691 a 591,699, según los hallazgos.
Esos aumentos podrían relacionarse con la epidemia de obesidad, sugirió Siegel.
"La epidemia de obesidad nos está pasando factura", advirtió. "Está venciendo nuestra capacidad de prevenir y tratar la enfermedad cardiaca, y hay muchos cánceres que también se asocian con la obesidad".
Fuente: Medline Plus