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Qué y cuáles son los más de 100 tumores de la sangre que existen

19 Feb 2018
Qué y cuáles son los más de 100 tumores de la sangre que existen

Leucemia, linfoma y mieloma no suelen ser términos ampliamente conocidos. Incluso quienes han sido diagnosticados con alguna de estas enfermedades, muchas veces se enfrentan a expresiones completamente nuevas para ellos y a un cambio rotundo en su vida.

Leucemia, linfoma y mieloma no suelen ser términos ampliamente conocidos. Incluso quienes han sido diagnosticados con alguna de estas enfermedades, muchas veces se enfrentan a expresiones completamente nuevas para ellos y a un cambio rotundo en su vida

El término "cáncer de sangre" engloba diversas enfermedades que afectan a la médula ósea y a las células sanguíneas. Dependiendo de las células afectadas, se pueden originar hasta 137 hemopatías malignas, según describen los actuales manuales de medicina.

Los diferentes tipos de cáncer de sangre se suelen originar en la médula ósea, que es el tejido esponjoso que se encuentra dentro de algunos huesos, como por ejemplo la cadera o el esternón.

La médula ósea es la "fábrica" de células madre hematopoyéticas, las cuales se dividen y maduran hasta dar lugar a los tres tipos diferentes de células de la sangre: glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.

"El llamado sistema hematopoyético incluye tejidos y órganos involucrados en la proliferación, maduración y destrucción de células de la sangre. Estos órganos son principalmente el bazo, los ganglios linfáticos y la médula ósea, los encargados de la formación de las células sanguíneas", explicó a Infobae la doctora María Silvana Cugliari (MN 97449) jefa del Departamento de Hematología del Instituto de Oncología "Ángel H. Roffo".

Y agregó: "La leucemia se origina a partir de un aumento descontrolado de las células de la sangre y/o de la médula ósea. En el linfoma, esta proliferación se genera en los ganglios linfáticos y en el mieloma múltiple, en las células plasmáticas (productoras de anticuerpos) de la médula ósea. Todos estos cuadros constituyen el cáncer hematólogico y son tratados por los médicos hematólogos".

"No existe una única causa que provoca estas enfermedades, se considera que el origen es multifactorial, incluyendo carcinógenos físicos (radiaciones), químicos (solventes) y biológicos (virus)", señaló Cugliari, miembro del Comité Directivo de la Sociedad Argentina de Hematología.

En consecuencia, esta sobreproducción de células malignas o la producción insuficiente o anómala de células sanas impide que la sangre realice muchas de sus funciones, entre ellas combatir las infecciones, oxigenar los órganos vitales o prevenir hemorragias graves.

Los tipos de cáncer de sangre más frecuentes

Cugliari, enumeró los tipos de cáncer de sangre más frecuentes que se dan en el mundo.

Leucemia: existen muchos tipos diferentes, de acuerdo a su forma de presentación se clasifican en agudas y crónicas, y de acuerdo al tipo de célula que las origina, en mieloide y linfoide. Las más frecuentes son: la leucemia linfoblástica aguda que constituye el cáncer más frecuente en niños (aproximadamente el 25% de los casos de cáncer en menores de 15 años y suele presentarse con fiebre, sangrados y dolores óseos) y la leucemia linfática crónica, leucemia más frecuente en adultos de Occidente, en la cual puede ser innecesaria la quimioterapia en estadios iniciales. En la Argentina, se diagnostica un caso nuevo de leucemia cada 30 minutos.

La Asociación Leucemia Mieloide Argentina (ALMA) destacó los grandes pasos que se dieron en la última década en el abordaje de la leucemia linfocítica crónica (LLC), una de las enfermedades oncohematológicas sobre las que más se avanzó recientemente. Desde la decodificación del genoma humano y un mejor entendimiento del funcionamiento de los genes en el organismo, se logró identificar las alteraciones moleculares que estaban involucradas en su aparición, por lo que se desarrollaron tratamientos específicos que aportaron una esperanza para estos pacientes.

Linfoma: tumor maligno de los ganglios linfáticos, también constituyen un grupo de patologías muy heterogéneas. Suelen presentarse con aumento progresivo del tamaño de los ganglios y fiebre, sudación nocturna o pérdida de peso no justificada. Se clasifican en Hodgkin y no Hodgkin, con pronóstico y tratamientos diferentes.

El linfoma de Hodgkin tiene un pico de incidencia en el adulto joven y otro en el paciente añoso y puede ser curable hasta en 80- 85% de los casos diagnosticados en etapas iniciales. Los linfomas no Hodgkin (más frecuentes) comprenden un amplio rango de patologías diversas, algunas potencialmente curables y otras de peor pronóstico.

La doctora Anna Sureda, directora de la Unidad de Onco-Hematología del Departamento de Hematología en el Hospital Universitario Quirón Dexeus, de Barcelona, España, explicó que "el desconocimiento que existe alrededor de este tipo de linfoma puede resultar en un diagnóstico tardío lo que generalmente provoca un avance en la enfermedad y una disminución en las posibilidades de curación".

Y agregó: "Es importante tomar conciencia acerca de sus síntomas dado que es un linfoma altamente curable y si es detectado en sus etapas iniciales, la tasa de supervivencia llega al 90%". En general la enfermedad tiene cura, siempre y cuando se realice una detección precoz y el estado funcional del paciente sea bueno para poder soportar los tratamientos indicados.

Aproximadamente, la curación de los linfomas de Hodgkin pueden estar alrededor del 80-90% mientras que el de los linfomas no Hodgkin entre el 10-20%. Siempre se debe tener en cuenta el estadio de la enfermedad. Cuando la enfermedad es asistida en los estadios tempranos, estos porcentajes pueden cambiar.

Mieloma múltiple: Corresponde al 1% de los casos de cáncer y al 13% del cáncer hematológico. La incidencia aumenta progresivamente con la edad alcanzando un pico entre los 50 y 70 años y su presentación rara vez se da antes de los 35 años. Algunos casos fallecen a las pocas semanas del diagnóstico, mientras otros viven más de diez años. La tendencia es adecuar el tratamiento a nuevos criterios pronósticos.

Hoy existen una nueva terapia biológica del primer anticuerpo monoclonal aprobado para el tratamiento del mieloma múltiple. "Los anticuerpos monoclonales pertenecen a un tipo de fármacos que entran dentro de lo que se conoce como inmunoterapia. La inmunoterapia es una estrategia de tratamiento que busca destruir células tumorales pero al mismo tiempo aprovechar las células del sistema inmune que cada uno tenemos para intentar luchar contra el tumor", precisó durante su paso por Buenos Aires, la doctora María Victoria Mateos, directora de la Unidad de Mieloma Múltiple del Hospital Universitario de Salamanca, España.

Detección temprana

El cáncer de la sangre constituye así un grupo numeroso de patologías con una vasta heterogeneidad en cuanto a su forma de presentación, evolución y posibilidades terapéuticas. Sin embargo, comparten una característica común: si se diagnostica tempranamente, es más probable que el tratamiento sea eficaz ya que la probabilidad de supervivencia aumenta y la morbilidad se reduce.

Tradicionalmente el cáncer hematológico requería tratamiento quimioterápico, combinado o no con radioterapia, pero en los últimos años hubo un importante avance en la investigación y desarrollo farmacológico contra estas entidades. Anticuerpos monoclonales, terapias biológicas blanco específicas (inhibidores de kinasas o de proteínas antiapoptóticas), nuevas modalidades de trasplante de médula ósea y nuevas formas de administración de las drogas (vía oral o subcutánea) han impactado positivamente extendiendo la supervivencia y mejorando la calidad de vida de los pacientes con cáncer de la sangre.

El desafío de los próximos años consistirá en la transformar algunas de estas neoplasias en "enfermedades crónicas de lenta evolución", evaluar la posibilidad de suspender tratamientos que actualmente son de duración indefinida y alcanzar la curación si la enfermedad no es detectable.

Infobae